Tras la muerte de su madre, Ana y Laura se reúnen en la casa de sus padres.
Hay que deshacer la casa, repartir recuerdos, dividir nostalgias, y ya de paso… desterrar algún fantasma de la memoria.
"Hay que deshacer la casa" nos habla de amor, de recuerdos, también de dolor, pero lo hace con respeto, ternura y grandes dosis de humor.
"Hay que deshacer la casa" es, en su descarnada actualidad, un ejercicio de nostalgia, dedicado a todos aquellos que, de vez en cuando, nos enfrentamos con cariño a nuestra memoria.
A todos aquellos que, como diría el cantautor, nos enfrentamos a aquellas pequeñas cosas que hacen que lloremos… cuando nadie nos ve.