En 2021, el 79% del consumo de energía en las instalaciones de BBVA en todo el mundo fue de origen renovable, superando el objetivo del 70% establecido en su Compromiso 2025 sobre impactos ambientales directos. Asimismo, el banco ha logrado reducir un 67,5% sus emisiones directas de CO2 en todo el mundo con respecto a 2015, muy cerca del objetivo del 68% marcado para 2025.
BBVA ha superado en nueve puntos el objetivo marcado en su Compromiso 2025, donde se establece que, a partir de ese año, el 70% de las energías consumidas por la entidad deben ser renovables. Así, en 2021, el 79% de la energía consumida en sus instalaciones procede de energías limpias, dato que contrasta con el 39% alcanzado en el año 2019. En España, Portugal, Colombia, Uruguay y Turquía el 100% de la energía consumida por BBVA es ya de origen renovable; y en México alcanza un 75%.
La estrategia de cambio climático de BBVA—recogida en el Compromiso 2025—, pretende, por un lado, una reducción del 68% de las emisiones de CO2 de Alcance 1 y 2 —las de alcance 1 son emisiones directas producidas por quema de combustibles por parte del emisor. y las de alcance 2 son emisiones indirectas generadas por la electricidad consumida y comprada por el emisor— respecto a 2015 y, por otro, un consumo de un 70% de energía de origen renovable en 2025, llegando al 100% en 2030.
En línea con este último objetivo, BBVA está adherido desde 2018 a la iniciativa RE100, a través de la cual las empresas más influyentes del mundo se comprometen a que su energía sea 100% renovable antes de 2050.
Plan Global de Ecoeficiencia 2021-2025 (PGE 21-25)
Adicionalmente, BBVA ha establecido otros objetivos ambiciosos en su estrategia climática. Estos se recogen en el Plan Global de Ecoeficiencia, vigente desde 2008, y que en 2021 se ha renovado para el periodo 2021-2025. Dichos objetivos están enfocados a la reducción de impactos directos y la consecución del Compromiso 2025. El plan articula una estrategia global de reducción de impactos directos en torno a cuatro grandes ejes:
reducción de consumos a través de iniciativas de eficiencia energética;
uso de energía de origen renovable;
concienciación e involucración de los empleados y otros grupos de interés en el camino hacia una economía baja en carbono;
compensación de su huella de carbono mediante la compra de créditos de proyectos del Mercado Voluntario de Carbono para cumplir con el compromiso adquirido de ser una compañía neutra en emisiones directas de carbono desde 2020.
Para llevar a cabo el plan se han marcado una serie de vectores de actuación:
Consumos
Con el objetivo de disminuir la huella ambiental, BBVA pone el foco en el uso de energías renovables para contribuir a la descarbonización de los mercados donde el Grupo tiene presencia. Su objetivo es alcanzar acuerdos PPA (Power Purchase Agreement, por sus siglas en inglés), como los alcanzados en México, España y Argentina, y adquirir garantías de origen o certificaciones internacionales de energías renovables. Además, el banco ha apostado en España, Turquía y Uruguay por la autogeneración de energía renovable en sus edificios, mediante la instalación de placas fotovoltaicas y termosolares.
PRODUCCIÓN Y CONSUMO RESPONSABLES
La energía empleada por BBVA será de origen 100% renovable en 2030
BBVA entra a formar parte de la iniciativa RE100, una iniciativa colaborativa por la cual las empresas más influyentes del mundo se comprometen a que su energía sea 100% renovable antes de 2050. De este modo, y de forma conjunta, las compañías lanzan un poderoso mensaje a funcionarios públicos e inversores: hay que acelerar la transición hacia una economía con emisiones cero.
Igualmente, BBVA impulsa una serie de medidas en materia de ahorro para controlar el consumo. Así, para garantizar una reducción en el consumo de agua, el banco apuesta por los sistemas de reciclaje de aguas grises o la recirculación de aguas para el riego de las sedes en España y México, además de la instalación de urinarios secos en sus edificios en España. También se han implantado medidas de ahorro energético en la gestión de los inmuebles, y se han priorizado la digitalización y centralización de impresión para reducir el consumo de papel.
Economía circular
Otro de los principales problemas que contribuyen a la aceleración del cambio climático es la generación de residuos por las prácticas de consumo lineal. Por ello, BBVA contribuye en la transición hacia el consumo circular mediante estándares de construcción sostenible y la implantación de los Sistemas de Gestión Ambiental. Con el objetivo de reducir al mínimo los residuos que se derivan a vertederos, el banco implanta en sus instalaciones zonas diferenciadas y señalizadas que permiten realizar una correcta segregación y posterior reciclado de los residuos.
Huella de carbono
La huella de carbono, uno de los principales objetivos establecidos en el Compromiso 2025, es un indicador que mide la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que una organización emite a la atmósfera. Se mide en toneladas de CO2 equivalente (CO2e). Desde el año 2020, BBVA es una compañía neutra en carbono, que compensa las emisiones residuales a través de la compra de créditos en el Mercado Voluntario de Carbono.
Las emisiones totales de BBVA se componen y dividen de la siguiente forma:
– Alcance 1: son las emisiones directas de carbono que provienen de la combustión estacionaria (emisiones directas por el uso de combustibles fósiles para el funcionamiento de las instalaciones de los inmuebles de uso propio); por la combustión móvil (por el uso de combustible de la flota de vehículos); y las emisiones de los gases refrigerantes (por el uso de instalaciones de climatización y refrigeración): 49.639 toneladas de CO2e.
– Alcance 2: son las emisiones indirectas que provienen de las compañías generadoras de la energía consumida por la organización, electricidad en nuestro caso, y que necesita para su operativa diaria: 42.355 toneladas de CO2e.
– Alcance 3, que comprende otras emisiones indirectas, no reconocidas en el alcance 2 que emiten otras compañías para que la actividad de BBVA se pueda desarrollar, como serían las provocadas por la gestión de residuos que generamos en nuestros inmuebles, viajes de negocio, en avión o en tren, y desplazamiento de empleados para llegar a sus centros de trabajo: 9.432 toneladas de CO2e, así como las de sus clientes.
De esta forma, BBVA sigue avanzando en la reducción de su huella ambiental hasta las 91.900 toneladas de emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) en 2021.
Construcción sostenible
Otro compromiso de BBVA en su Plan Global de Ecoeficiencia es garantizar la implantación de los mejores estándares ambientales y energéticos en los edificios del Grupo. Para cumplir esta meta, la entidad pretende conseguir un gran porcentaje de superficie certificada ambientalmente. BBVA ya cuenta con certificaciones de construcción en 16 edificios, entre los que se encuentran las sedes del Grupo en España, México, Argentina y Turquía. En cuanto a las certificaciones de gestión, BBVA tiene implantado el Sistema de Gestión Ambiental en 89 edificios y 1.034 sucursales, con el fin de controlar y evaluar el desempeño ambiental en las operaciones efectuadas en sus instalaciones. Cuenta, además con otras certificaciones de gestión como la WWF Green Office en la sede de Turquía y el sello hacia residuo cero de Aenor en el edificio Ciudad BBVA en Madrid.