Aunque queda casi un mes para la llegada de la primavera, las suaves temperaturas de este invierno y las jornadas soleadas han adelantado las alergias propias de esta época. La falta de lluvia de este año ha generado una mayor concentración de polen suspendido en el aire y ha favorecido la acumulación de contaminantes (especialmente en las grandes ciudades). Unos factores que, en definitiva, no han hecho más que agravar un problema que padece ya el 35% de la población y que no deja de ir en aumento.
Estornudos, lagrimeo, moqueo, congestión.. son los síntomas típicos; unos síntomas que interceden en acciones tan cotidianas como conducir, con los peligros que eso implica. Acierto analiza cómo y explica de qué manera reducir los riesgos.
La alergia incrementa un 30% el riesgo de accidente
En concreto, y según los datos que maneja la entidad, conducir con alergia dispara un 30% el riesgo de accidente. Y es que, para empezar, una secuencia de estornudos propia de un pico de alergia equivale a recorrer más de 100 metros a ciegas (aunque depende de la velocidad). La reducción de la visibilidad ocasionada por el lagrimeo y la hipersensibilidad a la luz tampoco ayudan a reducir los riesgos. Por no hablar de lo que supone soltar el volante para frotarse los ojos.
Asimismo, la mitad de los alérgicos sufre alteraciones del sueño, y hasta 2 de cada 5 de los que tienen rinitis experimentan somnolencia diurna. Algo que también intercede en la conducción y que puede convertirles en un peligro al volante. Lo más curioso del caso es que, aunque el 40% reconoce que la alergia afecta negativamente a su forma de conducir, hasta 8 de cada 10 dicen seguir con su vida normal. Esto quiere decir, entre otras cosas, que continúan cogiendo el coche para sus desplazamientos.
El uso de medicamentos, un riesgo añadido
Además de los peligros propios de la alergia, hay que añadir los que supone conducir bajo el efecto de ciertos medicamentos como los antihistamínicos, algunos de los cuales pueden mermar la capacidad de conducción –generar somnolencia, mareos, agitación o cansancio...–.
Independientemente de si son para paliar los síntomas de la alergia o no, el 30% de los conductores está en tratamiento con algún fármaco, apunta Acierto. Además, a raíz de la pandemia, el 11% de los automovilistas reconoce tomar más medicamentos peligrosos para la conducción que antes. El resultado es escalofriante: en los últimos tres años, el número de fallecidos en accidentes de tráfico que dieron positivo en psicofármacos ha crecido un 40%. Y la última década se ha saldado con hasta 1.300 conductores muertos.
Cómo reducir la alergia al volante
Para reducir la alergia al volante, el comparador de seguros de coche Acierto recopila una serie de consejos. Será imprescindible revisar el estado de las ventanas (que cierren correctamente) y mantenerlas subidas. También llevar los filtros del aire acondicionado limpios y cambiarlos con la frecuencia adecuada. La limpieza del vehículo, en cualquier caso, será clave para evitar la acumulación de partículas, ácaros y otros disparadores.
Evitar conducir por zonas con mucha vegetación o caminos de tierra es otro punto útil. Y, si es posible, es aconsejable no hacerlo durante el amanecer o el anochecer, cuando las concentraciones de polen son más altas.
En cuanto al equipamiento del propio conductor, la plataforma de comparativas recomienda cambiarse la ropa antes de subir al vehículo, especialmente si se ha estado en el exterior y sobre las prendas puede haber polen. Así como llevar gafas de sol para evitar el lagrimeo y la fotofobia. Lavarse la cara y los ojos antes de salir de casa es conveniente.
Evitar la ingesta de alcohol, tabaco y ciertos alimentos inflamatorios también será fundamental, sobre todo cuando estamos consumiendo medicamentos para la alergia, cuyos efectos adversos podrían verse agravados.
Otros consejos para prevenir picos alérgicos
Por supuesto, para prevenir las alergias lo más recomendable será acudir al especialista. Algo que solamente hace o ha hecho el 20%. Aquí, indica Acierto, puede ser interesante contar con una póliza médica, pues la mayoría de seguros de salud permiten acceder a un amplio cuadro de alergólogos.
Aumentar las medidas para prevenir las alergias en otros entornos –como la casa– también será útil. Ventilar, sellar puertas y ventanas para que no entre el polen, mantener la vivienda limpia, tender dentro de casa, mantener los filtros del aire acondicionado limpios… son algunas recomendaciones.
¿Influye la alergia en el seguro?
Para acabar, el comparador de seguros de auto ha querido plantear otra pregunta: ¿influye, de alguna manera, tener alergia en el seguro del coche? La respuesta es que no pues, aunque a priori el perfil del conductor y las características del asegurado son determinantes a la hora de fijar el precio de la póliza, este no es un factor que se analice.
De hecho, si se hiciera y puesto que un estornudo puede distraernos al volante e incrementar el riesgo de accidente como veíamos, estos conductores podrían acabar perjudicados, al menos en lo que a la prima de su póliza se refiere. Actualmente, sin embargo, no es así.
En definitiva; unas cifras sobre la alergia preocupantes que podrían acabar disparando los accidentes de tráfico pues, entre otros, se calcula que en año 2050 más de la mitad de la población sufrirá rinitis alérgica.