Aunque lo habitual es recurrir a los diferentes métodos de calefacción que existen, es importante atender las condiciones del hogar y evitar la pérdida de calor del mismo
Con el invierno bajan las temperaturas y, dependiendo de la zona geográfica en la que se habite, el frío puede suponer un verdadero problema si no existe un adecuado aislamiento térmico en la vivienda.
Con la subida de los precios de la electricidad, se ha incrementado la búsqueda de medidas que permitan una reducción de su consumo y, por lo tanto, un mayor ahorro. Desde Arquitrade señalan que “es uno de los principales elementos a tratar. Cuando no existe un aislamiento térmico adecuado, la pérdida de calor que se produce en la vivienda es muy grande. Por lo tanto, supone una estrategia fundamental para evitar que esto se produzca, con el consiguiente ahorro de energía”.
Al parecer, la pérdida de calor por este motivo está muy generalizada, ya que “puede llegar a suponer el 99% de las viviendas”, señalan. “Se calcula que, un correcto aislamiento de la vivienda, podría llegar a reducir un consumo energético de la misma de entre un 50 y un 65%. Estas son cifras para tener muy en cuenta y que pueden suponer un alivio y un aumento de la confortabilidad de la ciudadanía”.
Respecto a las causas que generan esta pérdida, apuntan: “habitualmente se debe a que las viviendas están envejecidas, además de tener puentes conductores. Estos puentes serían puntos en la fachada o el tejado, en los que el frío y el calor se transmiten con mayor facilidad”. “Si se decide realizar el aislamiento térmico, es necesario que se tengan en cuenta las condiciones y características de la vivienda. De esta manera, se podrá elegir el aislante más adecuado para cada caso”.
Además de los puntos de pérdida en fachada y tejado, Arquitrade señala que “también se pierde calor por puertas, ventanas, suelos y techos. Aunque algunas soluciones temporales pueden ayudar, como el sellado de ventanas o la colocación de alfombras, el aislamiento continúa siendo determinante”.
Aunque, en un primer momento, puede que plantearse el aislamiento térmico resulte una inversión muy alta, “a la larga, este aislamiento supondrá un mayor ahorro y una mayor eficiencia, ya que se reducirá el consumo de energía y, además, estará mejor aprovechada”, determinan.