Esta circunstancia puede desencadenar en problemas sentimentales y de pareja.
Lo recomendable es que la pareja asuma un rol de apoyo, entendimiento y comprensión y entre ambos se propicie una comunicación abierta y sincera.
Acudir a un especialista es la mejor opción para solucionar estos trastornos, pero no se puede obligar a la pareja a que tome esta medida.
1 de cada 3 hombres tiene o ha tenido eyaculación precoz al menos una vez en su vida. Varios estudios afirman que unos 3,3 de millones de hombres en España la padecen en la actualidad y el 80% de la población española masculina la ha sufrido en algún momento de su vida o la padecerá en un futuro.
Según MYHIXEL, startup española destinada a mejorar el bienestar íntimo masculino, las causas de este trastorno son variadas, pero principalmente se deben a escasa educación sexual o a motivos de origen psicológico como la ansiedad, el estrés o la baja autoestima. A todo ello hay que sumarle que la propia eyaculación precoz suele ocasionar la aparición de sentimientos y pensamientos negativos que dificultan afrontar con normalidad las relaciones sexuales. Una circunstancia que puede desencadenar en problemas sentimentales y afectivos, cuando alguno de los miembros de la pareja, o los dos, no sabe cómo enfrentar la situación.
Anel Martínez, sexual coach de MYHIXEL explica: "Cuando analizamos en terapia casos de disfunciones sexuales, muchas parejas tienden a extrapolar los posibles obstáculos que surgen en la cama como reflejo de lo que pasa en la relación de pareja. Así, si las relaciones íntimas no son tan satisfactorias como se espera, pensamos inmediatamente que nuestra relación está fallando". A esto añade la experta que "es muy probable que nos sintamos heridos si en la cama no se llega a un punto de encuentro en el que ambas personas disfruten, y estas heridas se traducen en conflictos, rencores y resentimientos en la comunicación diaria y en la convivencia".
Ante un problema de eyaculación precoz, Andrés Suro, psicólogo especializado en sexología, indica que la otra persona puede tomar un papel activo para tratar de solventar la situación o no. Todo depende de la complicidad de la pareja y el compromiso de la relación. Según Suro, lo recomendable es que asuma un rol de apoyo, entendimiento y comprensión y sobre todo que brinde amor. En este sentido, la comunicación y la confianza son fundamentales para conseguirla. Algunas de las recomendaciones que señala el psicólogo son:
Reconocer el conflicto y hablar con la pareja. En las relaciones sexuales de pareja es necesario cimentar una confianza sobre pilares en común como los gustos, deseos o incluso fantasías. Cuando no se tiene control sobre la eyaculación, lo más importante es hablarlo porque no hacerlo puede ocasionar tensión, malestar y malentendidos. Pero esta comunicación no debe enfrentarse de cualquier forma, se debe tratar de buscar las palabras adecuadas y el sitio idóneo, así como esforzarse en realizar una contención emocional para no desbordarse, en la medida en la que a las personas les cuesta hablar de sexo.
Ser sinceros: La buena comunicación es la que se consigue al expresar la misma idea que se tiene en la cabeza y las preocupaciones que uno siente sin tratar de disfrazarlas. Es decir, hay que hacer un esfuerzo importante para transmitir lo que uno piensa, aunque cueste ponerle palabras. Este ejercicio, ayudará a aprender a identificar lo que sentimos y a nombrarlo, sino también a ser capaces de comunicarse con la pareja. De esta forma, evitaremos las "suposiciones" y "adivinaciones".
No relativizar los sentimientos de nuestra pareja. Puede que la situación genere un sentimiento muy intenso de frustración a un miembro de la pareja de forma muy intensa. Aprender a respetar las vivencias de cada persona y evitar cuestionarla, disminuirá o evitará los conflictos.
Buscar una solución propia. Una vez que ya hayamos mantenido la conversación con la que se ha empezado a resolver el problema se debe pensar en qué puedo hacer "yo" para encontrar una solución. De esta forma evitamos pensar qué es lo que puede hacer nuestra pareja y poner el foco en ella exclusivamente, pues no podemos controlar las acciones de los demás.
Acudir a un especialista. Un primer paso recomendable por los sexual coaches es acudir a un especialista urológico capaz de descartar si se debe a causas orgánicas y, en caso negativo, no temer consultar a un profesional que atienda las dudas y preocupaciones que tengas. Estos profesionales puedes encontrarlos en MYHIXEL CLINIC, una nueva propuesta para abordar cualquier inquietud de los hombres en su ámbito más íntimo y personal relacionado con su salud sexual.
No obligar a tomar medidas y ser paciente. Cada persona tiene el derecho de la autodeterminación. Lo importante es llevar a cabo una conversación abierta sobre el tema e intentar llegar a un acuerdo que pueda beneficiar a todos los componentes de la relación. Sin embargo, no se puede obligar a nadie hacer o dejar de hacer una cosa aunque esto le signifique daño directamente a la persona, por ejemplo no se pueden dar un ultimátum o no se puede exigir o presionar para que busque ayuda médica o una solución.
Sobre este último punto, la sexual coach Anel Martínez comenta que la eyaculación precoz es un tema que todavía sigue generando mucha vergüenza: "La mayoría de los hombres cuando la sufren suelen acudir solos a la consulta". Además, afirma que es cierto que, socialmente, las mujeres tienen más habilidades para comunicarse y expresarse, pero cada vez, hay más hombres que se preocupan por su salud mental y sexual y ponen medios para expresar sus preocupaciones.
"Lo importante es que en las parejas, sean estas heterosexuales u homosexuales, exista el compromiso para afrontar los problemas que surjan, teniendo siempre en cuenta que el rol de la persona que tiene la eyaculación precoz debe ser un rol activo y dirigido a soluciones, mientras que el de su pareja ha de ser de apoyo, sin culpabilizarse o tomarlo como si este trastorno fuera responsabilidad suya", sentencia la especialista. .