Federación Catalana de Vehículos Históricos: reclama una reflexión hacia la vinculación histórica del motor

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Federación Catalana de Vehículos Históricos: reclama una reflexión hacia la vinculación histórica del motor

Una nueva oportunidad perdida para la historia del Transporte: el Ayuntamiento de Barcelona cierra la puerta del recinto ferial de Montjuïc al Museu del Transport

Barcelona, una de las ciudades líderes de la industria del automóvil en el siglo XX, ha recibido de nuevo el rechazo de sus dirigentes con la creación de un museo del transporte y del vehículo histórico.

Marcas conocidas de automóviles como Hispano Suiza, Elizalde, David, España y de motocicletas como Montesa, Ossa, Bultaco, entre otras muchas, admiradas y reconocidas en todo el mundo por su calidad y técnica, están desapareciendo de la memoria de la ciudad. Ya que las administraciones catalanas rechazan una vez más la creación de un espacio museo para disfrutar de la historia y la preservación del patrimonio industrial automovilístico.

El Museo del Transporte se ha quedado sin el recinto ferial de Montjuïc ante la negativa del Ayuntamiento de Barcelona a ceder este espacio. Todas las entidades relacionadas con la historia del automóvil, muchas de ellas asociadas a la Federación Catalana de Vehículos Históricos se han quedado decepcionados, tristes y denuncian la poca sensibilidad que las Administraciones tienen por la historia de la técnica.

Se trata de un deseo que se ha puesto muchas veces sobre la mesa de las instituciones y que, en este caso, se ha desestimado por una cuestión de espacio, tal y como asegura la teniente de alcaldía de Urbanismos e Infraestructuras, Janet Sanz.

"No diríamos que ha sido una cuestión de espacio sino de falta de sensibilidad y desprecio por el mundo del automóvil", asegura el Presidente de la Federación Catalana de Vehículos Históricos.

Hace más de medio siglo que los defensores del patrimonio del transporte piden al Ayuntamiento la creación de un Museo del Transporte de Cataluña que recoja la historia de los vehículos que han hecho posible la movilidad de las personas en todas sus modalidades.

En el primer Rally de Barcelona-Sitges en el año 1959 ya se pidió al Alcalde Porcioles la creación de un museo de esta categoría. Alrededor de los años 90, cuando se dejó sin uso la Estación de Francia, se propuso por parte de las Entidades relacionadas y de la propia Generalitat albergar en esta estación el museo del transporte y de los vehículos históricos.

El ilustre ingeniero de Caminos, Albert Serratosa, Presidente por aquel entonces de la Escudería Hispano Suiza y un gran urbanista fue el impulsor de esta iniciativa que se topó una vez más con la poca sensibilidad de las Administraciones, el Estado y el Ayuntamiento, ya que la Generalitat aquellos años apoyaba totalmente la iniciativa.

Uno de los promotores de esta iniciativa actual del museo del transporte como es el publicitario Xavier Ragull, asegura que, "tal y como está la ciudad, éste era uno de los últimos espacios que nos quedaban".

A diferencia de Barcelona, otras capitales como Londres, París y Madrid o ciudades como Stuttgart y Lucerna, sí que han apostado para dar un espacio al patrimonio del Transporte y de la Movilidad.

Todas estas ciudades cuentan con un espacio dedicado al Museo del Transporte donde cada año reciben a miles de visitantes interesados en conocer la perspectiva histórica de la ciudad con el transporte y su industria del automóvil.

Josep-Narcís Arderiu. Presidente de la Federación Catalana de Vehículos Históricos, afirma que "no es ninguna novedad la poca sensibilidad que demuestra este Ayuntamiento y, en concreto el equipo de la actual Alcaldesa Colau, con un patrimonio histórico tan importante para la ciudad como es la historia de la movilidad de las personas, ya sea en vehículo privado como público".

Contar con un recinto ferial como el de Montjuïc habría servido para mostrar la historia automovilística con la posibilidad de importantes y destacadas piezas de vehículos antiguos de particulares y de los públicos que, en estos momentos, están ubicados en las cocheras de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) del Triángulo Ferroviario.

Una vez más, los actuales dirigentes políticos del Ayuntamiento de Barcelona siguen demostrando la poca sensibilidad y aprecio hacia la conservación de un patrimonio histórico tan importante para la ciudad como es la historia de la movilidad de los ciudadanos y los vehículos han hecho posible.

Desde la Federación Catalana de Vehículos Históricos, "pedimos que las Instituciones del país reflexionen sobre su sensibilidad y su empatía hacia la vinculación histórica del motor con la ciudad Barcelona y entre todos trabajamos para conseguir situar el ámbito automovilístico en el sitio que se merece".

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