Después de casi dos años de pandemia, la realidad sigue poniéndonos a prueba. Como sociedad estamos superando día a día los retos que se nos presentas y en educación vemos cada día más complejidad. Al caos de bajas de profesores y clases confinadas, se añade el uso de tecnología, conectividad,… y todo en el mismo momento. En estas circunstancias, ¿cómo pueden los docentes continuar enseñando con alumnos en remoto y en la clase?

“La tecnología es la mejor aliada de la educación. Sin embargo, muchos piensan que al volver a las clases presenciales ya no es necesaria y ahí nace el problema”, destaca Sven Huber, Co-Founder de Fiction Express, solución interactiva de lectura en varios idiomas y líder en España y América Latina. “Es imprescindible añadir herramientas tecnologías en nuestro día a día como profesores, para que, en el caso de no poder asistir a clase, se puede continuar estudiando, sin perder la calidad del contenido”.

La convivencia con el virus sigue siendo un reto diario, que obliga a encontrar y mantener una serie de equilibrios. En este momento, “para las Comunidades Autónomas uno de los objetivos es mantener las escuelas abiertas y hacer todo lo posible para garantizar la presencialidad de las clases. Sin embargo, si esto no es posible por la seguridad de los involucrados, debemos estar preparados para mantener las clases de la misma forma por el medio que sea”, explica Cristina Puig, Co-Founder y Global Sales Director de la compañía, y añade “el alumno no puede volver a ser el mayor perjudicado, ya hemos aprendido y sabemos hacerlo”.

Educación híbrida: una posible solución

Un modelo de aprendizaje híbrido es más flexible y se ha diseñado para responder a las necesidades de todos los involucrados en el proceso educativo. El objetivo de este método es brindar diferentes opciones permitiendo que todos elijan lo que mejor les funcione según su situación y metodología de enseñanza. 

Algunas de las ventajas que ofrece este modelo son: formación continua, creación y adaptación de contenidos a medida, acceso al material del curso en todo momento y aumento de la productividad de los alumnos, pero no debemos olvidar que también ofrece: mayor capacidad de medición, posibilidad de interacción diferente con el contenido y metodologías activas por mencionar otras de las más relevantes. Asimismo, con la enseñanza híbrida se puede evaluar de forma más eficiente y se obtienen más métricas y mayor profundidad en las mismas, lo que permite a los maestros trabajar mejor en el desempeño de los estudiantes e identificar sus debilidades y fortalezas para mejorar su aprendizaje.

“La tecnología permite que, estemos en clase o no, el contenido curricular se siga dando, los alumnos puedan seguir aprendiendo y el profesor pueda seguir evaluando sin contratiempos”, finaliza Puig.