Tras 20 años desde su separación, Ixo Rai se volverá a subir a los escenarios para seguir defendiendo sus señas de identidad: la diversión y el aragonesismo
Tras hacer disfrutar y bailar a todo Aragón, y buena parte de España, durante toda la década de los 90, Ixo Rai se despidió de los escenarios en abril de 2002. Ahora, veinte años después de su disolución, la banda más singular de la historia de la música aragonesa regresa defendiendo las mismas señas de identidad que les hicieron triunfar. Y lo hará con gran simbolismo, el día 23 de abril de 2022, Día de Aragón, justo dos décadas desde su último concierto ese mismo día.
En el recinto del pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza regresarán con “Ixo Rai, veinte años después, en carne mortal… y de propio”. Y es que, las ganas de pasarlo bien sobre un escenario y de volver a sentir las sensaciones pasadas han podido con el tiempo y han hecho que por fin tengamos a Ixo Rai de vuelta.
Ixo Rai ha sido desde sus orígenes un grupo de directo, donde demostrar su energía y compartir su mensaje. Así, que este regreso no podía ser de otra manera que sobre un escenario y en una fecha tan especial para todos los aragoneses como el 23 de abril y en el Príncipe Felipe de Zaragoza.
Este concierto permitirá renovar la vigencia del mensaje de Ixo Rai a través de una fórmula que a día de hoy sigue siendo propia y que ha caracterizado al grupo a lo largo de su trayectoria: su particular ‘mondongo rock’, una mezcla de folk aragonés y guitarras protesta. Y es que lo que empezó como un juego entre amigos, terminó siendo uno de los grupos más importantes de la música de nuestra comunidad. Creado de manera espontánea para un dar un solo concierto improvisado en la Cincomarzada de 1988, la banda acumuló más de catorce años de aventura artística, seis discos e, incluso, giras anuales con más de 90 actuaciones en directo.
Ahora, veinte años después, el grupo recuperará su habitual espíritu festivo y sus letras irónicas y mordaces, aderezadas con ritmos que fusionan la tradición con el rock, la jota con el ska, el reggae o los ritmos latinos.
Y todo ello basado en unas composiciones que, además de ser la banda sonora de cualquier fiesta de pueblo que se precie, defiende unas reivindicaciones sociales que siguen siendo válidas hoy en día. El paro, la despoblación, la insumisión o la globalización de los años 90, década de oro para esta banda, siguen siendo, en muchos casos, mal endémico de nuestra sociedad actualmente.