La empresa social contribuye así a que los pequeños caficultores reciban en origen un precio justo por su producto y garantiza a sus clientes total calidad y trazabilidad
Filantrópico, la empresa social que convierte el consumo de café en un acto solidario y sostenible, ha unido sus esfuerzos a los de EthicHub startup española que ayuda a pequeños agricultores de México, Brasil y Honduras a conseguir financiación internacional y compradores directos de materias primas. De este modo, el café Filantrópico que adquieran en nuestro país, tanto empresas como particulares, procederá directamente de pequeños caficultores minifundistas, contribuyendo así a que obtengan por su producto un precio justo, lo que mejorará las condiciones de vida de sus familias y de sus comunidades.
EthicHub trabaja directamente con más de 19 comunidades de estos tres países latinoamericanos, y a través de su plataforma tecnológica permite a estos pequeños productores abrirse a otros mercados, ofreciendo en todo momento total trazabilidad del café adquirido. Como explica Gabriela Chang, cofundadora de la entidad, "nosotros no les compramos barato para luego vender más cara su producción, sino que somos sus socios, y la mitad del beneficio neto de estas ventas repercute directamente en los agricultores. El acuerdo con Filantrópico nos permite seguir construyendo un ecosistema cooperativo que nos ayuda a romper el círculo de la pobreza en estas comunidades, ofreciéndoles un sistema de financiación accesible que les permite trabajar en una actividad rentable".
Por su parte, con esta alianza, Filantrópico, además de ser fiel a su propósito social e impactar positivamente en las economías locales de estas comunidades, ofrece a sus clientes un producto de máxima calidad. "Es un privilegio tener como partner a EthicHub, que realiza un trabajo maravilloso. Para nosotros era esencial asegurar el origen ético y sostenible de nuestro café y conectar al caficultor con la empresa o el particular que lo disfruta. Hablamos de un café de especialidad, es decir, un café de altísima calidad, que se cultiva bajo la sombra de otros árboles, lo que preserva la biodiversidad y disminuye la huella de carbono. Pagamos más caro el café, sí, pero generamos impacto social y cuidamos el planeta", explica Javier Sanz, CEO y fundador de Filantrópico.
Filantrópico tiene previsto seguir expandiendo su servicio de café para oficinas y empresas, que evita las cápsulas y se basa en el café de especialidad en grano y las máquinas superautomáticas de la prestigiosa marca suiza Jura, que muelen el café justo antes de preparar cada taza. Se trata de un servicio que ha recibido una gran acogida por parte de las empresas, porque les permite implementar acciones de RSC que comprenden la integración de personas con discapacidad, la financiación de proyectos sociales de alto impacto y la transición hacia un modelo más sostenible, mientras sus empleados disfrutan de un café excepcional.