OESP recuerda la importancia sobre la utilización de material homologado tanto en exteriores como en interiores de cara a las fiestas navideñas
Los fabricantes españoles de productos de protección sanitaria, bajo la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, Batas y EPIs, OESP, alertan de la necesidad del uso de material sanitario para la protección de la población ante la llegada de las fiestas navideñas y el incremento de casos de Covid-19.
Esta alerta viene dada tras el aumento de la incidencia del coronavirus estas últimas semanas en todo el país y el peligro de las reuniones familiares con la llegada de las fiestas navideñas, que pueden provocar un contagio masivo de los ciudadanos españoles a pesar de contar con la pauta completa de vacunación.
Por ello, desde la asociación se hace hincapié en el uso de las mascarillas como elemento de protección para evitar el contagio por Covid-19 durante esta época del año con especial énfasis en la importancia de que el material sanitario cuente con las homologaciones y certificaciones que legitimen la calidad del producto.
Francisco Sánchez, presidente de OESP apunta que "es de gran importancia protegernos de cara a las fiestas navideñas. Ante el aumento de casos, y con la llegada de las fiestas, el uso de la mascarilla tanto en exteriores como en interiores es muy importante para frenar esta subida de contagios".
Calidad y certificación, claves para la protección de la industria
En esta línea, y con el objetivo de asegurar la salud pública, los asociados defienden que todos los miembros de OESP disponen de la licencia de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) para la fabricación de mascarillas quirúrgicas. "Este requisito es indispensable para pertenecer a OESP porque de esa manera garantizamos la calidad técnica de los bienes fabricados y destacamos su valor frente a otros fabricantes, nacionales e internacionales, que no cuentan con esta certificación", incide Sánchez.
Es por ello que, OESP aboga por un uso correcto de este material por parte de fabricantes, proveedores, y consumidores. Así, se pretende certificar que los productos que se consumen son seguros, para así proteger la salud pública, además de frenar el impulso de la competencia desleal dentro del sector.
