El cine de animación es uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años. La referencia de empresa por excelencia que trabaja en este sector es Disney, la cual fue una de las pioneras y actualmente parece imparable. Sus adquisiciones de grandes productoras como Marvel, Lucasfilm (Star Wars) y Fox la han convertido en el mayor gigante de la industria audiovisual de animación. Pero no es el único y plataformas de streaming como Netflix están apostando igualmente por realizar producciones de animación.
La animación siempre se ha catalogado como producto audiovisual para niños, ya que es un tipo de contenido audiovisual compuesto por dibujos y caricaturas. Pero desde hace 10 años ha aumentado considerablemente la cantidad de series y películas animadas dirigidas a un público más adulto. Esto ha ocurrido por dos razones principales: la mejora de la calidad en los procesos de animación y la llamada generación Disney. Esta generación concentra a una mayor parte de millenials, ya que son los que nacieron sobre todo a partir de 1980 y se han criado viendo películas animadas.
Cuando estos niños han comenzado a cumplir 30 años, han querido seguir viendo contenido de animación pero más acorde a sus nuevos gustos relacionados con su edad. Es en este momento cuando las producciones comienzan a diversificar su contenido y a realizar producciones de lo que denominan animación adulta. Esto es contar historias complejas con temas más serios pero a través de dibujos en la pantalla. También este suceso ha dado lugar a una situación que las productoras han aprovechado: la nostalgia. Películas que marcaron la infancia de estos jóvenes adultos están siendo recuperadas para darles un final o realizar secuelas.. Así ha pasado con películas como Toy Story la cual ha tenido diferentes secuelas dirigidas principalmente a los niños que disfrutaron la primera película en 1995.
Pero otro cambio notorio ha sido la forma en la que se realizan las nuevas películas de animación, pues ahora van dirigidas a un público mucho más amplio. Al comienzo las historias eran sencillas ya que exclusivamente eran dirigidas para niños y debían comprenderlas y gustarles principalmente a ellos. Pero al cambiar la forma de consumo audiovisual de los jóvenes adultos, las nuevas historias tienen tramas más complejas que funcionan igualmente para un público adulto, sin dejar de lado puntos infantiles que gustan a los más pequeños.
En cultture hemos preguntado a nuestros lectores cuanta animación consumen regularmente:
Un 35% de los encuestados dicen ver todos los días contenido audiovisual de animación. Destacan series como Rick and Morty, los Simpsons y Hora de Aventuras. El principal consumo audiovisual diario son series por encima de películas.
Un 55% dicen ver contenido audiovisual de animación alguna vez al mes. Aquí destacan las películas ya que no necesitan una continuidad como las series. Pixar y Disney son las producciones más destacadas pero Netflix cada vez presenta más proyectos atractivos para el público joven adulto.
Un 10% no ve animación. Prefieren producciones de fantasía o ciencia ficción pero actuadas por actores aunque sí admiten que les gustan los efectos especiales como el CGI, un tipo de animación.