El sector del libro está dando pasos decididos hacia la sostenibilidad de su actividad

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Segundo día de las Jornadas Profesionales Liber 2021

El sector del libro está dando pasos decididos hacia la sostenibilidad de su actividad

El sector está invirtiendo en tecnología para asegurar la certificación de las materias primas, papel, tintas y plástico, así como de los procesos de fabricación y distribución.

Las Jornadas de Liber también han analizado el papel de las bibliotecas durante la pandemia y el reto que tienen de recuperar los usuarios y atraer a los jóvenes.

Toda la cadena del libro está haciendo muchos esfuerzos por dar una respuesta firme a la problemática medioambiental y para minimizar su huella de carbono. Así se han expresado los participantes en las mesas que se han celebrado para debatir sobre la sostenibilidad y la economía circular en el sector en el segundo día de las Jornadas profesionales que se están desarrollando en Liber 2021, la feria internacional del libro.

“Muy pocos sectores han invertido tanto como las industrias de la cadena del libro en España para avanzar en su sostenibilidad, y lo hemos hecho por convencimiento y porque cada vez existe mayor preocupación en nuestros clientes -libreros y lectores- por esta problemática”, ha señalado Víctor Benayas, director de producción de Penguin Random House Grupo Editorial, en la mesa “La industria del libro en defensa del Medio Ambiente”. En ella, Jesús Alarcón, secretario general de Neobis, Asociación de la Comunicación Gráfica, ha apuntado que “el libro en papel se encuentra sometido a un permanente examen “que no se está realizando a otros productos como los dispositivos electrónicos”.

Existe la convicción en el sector de que, a pesar de los esfuerzos realizados para explicar qué se está haciendo en la cadena del libro, se mantiene “una falsa idea de que el uso del papel como materia prima del libro está produciendo un agotamiento de los recursos forestales. En el año 2000, España solo tenía 14,4 millones de hectáreas. Ahora, en 2021, gracias a la labor de la industria del papel, tenemos 18,6 millones: ha habido un aumento de 4 millones 200 mil hectáreas de bosque, de monte arbolado”, ha señalado José Causí, director Forestal de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL).

Uno de los aspectos que mayor influencia está teniendo en la transformación sostenible del sector es la certificación. “La certificación se está convirtiendo en una herramienta extraordinaria. Ya no solo en el ámbito de los bosques sostenibles y la producción de papel, sino en el conjunto de la cadena, en las tintas, con el uso de aceites vegetales, en el reciclaje, en la valorización. Si hace unos años resultaba difícil encontrar empresas certificadas, hoy son cada vez más las empresas que ya cuentan con ellos”, ha explicado José Ramón González, jefe del Servicio de Publicación del Organismo Autónomo de Parques Nacionales, en la mesa “El libro en papel: economía circular y cultura para una sociedad resiliente”.

Existe el convencimiento de que la apuesta por la sostenibilidad “es un factor de competitividad, de ahí que la certificación sea un elemento necesario. Hay una cuestión clara, es que el sector está dispuesto a actuar en aquellos lugares en los que haya posibilidades de mejora”, ha apuntado Víctor Benayas. Es por ello que, como se ha señalado en estas mesas, el sector está invirtiendo en tecnología para asegurar la certificación de las materias primas, papel, tintas y plástico, así como de los procesos de fabricación y distribución.

En esta línea, Carlos Reinoso, director General de ASPAPEL ha señalado que el sector tiene en marcha un proyecto que ha denominado ‘Papel, bicircularidad descarbonizada’ que, aprovechando los fondos europeos permita acelerar la transformación del sector para conseguir la descarbonización, así como su transformación digital.

Si la autoexigencia resulta importante, también lo va a ser la legislación que viene. Como ha explicado Marta Angoloti, jefa de Área de la Madera de la Subdirección General de Política Forestal y Lucha contra la Desertificación del Ministerio para la Transición Ecológica, la UE está a punto de presentar un borrador de reglamento que pretende regular el uso de materia prima que genere deforestación, aún estando permitida en los países de origen. En este sentido, Angoloti señaló que la normativa realizada para la madera va a servir de base para este borrador.

El reto de las bibliotecas como centro de atracción a los jóvenes

Otro de los temas tratados durante las jornadas se ha centrado en analizar el papel de las bibliotecas como espacios capaces de atraer a los jóvenes y despertar su interés por la lectura. Este es uno de los principales retos al que deben enfrentarse las bibliotecas hoy en día: “los jóvenes buscan relacionarse, juntarse con amigos, por lo que debemos intentar que la biblioteca cumpla ese papel social de encuentro de los jóvenes a través de iniciativas atractivas para ellos”, ha señalado Rocío de Isasa, editora de Harper Kids.

En la misma línea, Elena Martínez, librera de la librería Serendipias, ha subrayado la necesidad de utilizar las redes sociales para acercarse a los jóvenes: “hay que estar al día en lo que ellos leen, entender qué les mueve y, para eso, las redes sociales y las plataformas digitales son una herramienta clave, como es el caso de Tik Tok donde los booktokers son ahora los nuevos influencers de libros”. En todo caso, como ha afirmado Elisa Yuste, consultora en lectura y cultura, “hay muchos tipos de lectura y la biblioteca tiene que ser cómplice en todos los tipos”.

Otra de las preocupaciones abordadas durante las ponencias ha sido la “falta de visibilidad” que han tenido las bibliotecas durante la pandemia, lo que ha supuesto una fuerte reducción y perdida de usuarios a éstas. Así lo ha expuesto Carme Fenoll, bibliotecaria y directora del Área de Cultura y Comunidad de la Universitat Politècnica de Catalunya: “nos estamos dejando por el camino a ciudadanos que no van a volver a las bibliotecas y, por eso es urgente buscar estrategias conjuntas para reforzar el papel de las bibliotecas y llegar mejor a los ciudadanos”..

Por su parte, Gemma Lluch, catedrática de la Universitat de Valencia, ERI-Lectura, ha reivindicado el papel que deben tener las bibliotecas como centro de las políticas públicas de la lectura: “Las bibliotecas deberían ser el centro neurológico de las políticas públicas de la lectura y como tales deben ser consideradas”.

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