Ralf Wintergerst, CEO de Giesecke+Devrient: "hay que establecer un rumbo político a opciones estratégicas viables a largo plazo que reduzcan la dependencia de los fabricantes de chips no europeos ya que, de lo contrario, los cuellos de botella actuales persistirán y los aumentos exorbitados de precios y la escasez de suministro amenazarán con convertirse en una realidad permanente"
El grupo tecnológico de seguridad global, G+D advierte sobre las graves consecuencias que la escasez mundial de semiconductores puede tener en áreas críticas para la economía, tales como la de la conectividad, los sistemas de pagos o las identidades electrónicas y que ese impacto puede prolongarse mucho más en el tiempo en estas industrias que en otras afectadas, tales como la automoción o los fabricantes de dispositivos smartphone.
Según un análisis interno desarrollado por la compañía, un 10% de recorte en la producción de tarjetas de pago podría desencadenar interrupciones de gran alcance en términos de suministro de efectivo y pagos electrónicos y provocaría un daño muy significativo, tanto desde el punto de vista macro como microeconómico. La empresa también llama la atención sobre cómo esta escasez puede comprometer gravemente también la producción de tarjetas SIM.
A juicio de la empresa, el entorno digitalizado actual opera en gran medida a través de canales electrónicos de comunicación y la disponibilidad de conectividad de extremo a extremo basada en tarjetas SIM de todo tipo es esencial. Por ello, si existen cuellos de botella a largo plazo, los intercambios y transacciones diarios tanto entre personas como entre máquinas, plataformas IoT y otras aplicaciones en red estarían en riesgo. Igualmente, esta escasez afectará al entorno de la identidad personal ya que los chips, embebidos en las tarjetas de identidad (eID) y los pasaportes electrónicos nacionales, permiten la identificación de miles de millones de personas y proporcionan acceso a servicios públicos, atención médica u otros servicios importantes, como abrir una cuenta bancaria.
A este respecto y según G+D, los gobiernos, las organizaciones y los bancos deben trabajar conjuntamente para garantizar, a corto y medio plazo, que factores de estabilidad y crecimiento tan vitales para la economía, como las transacciones de pago, tengan la más alta prioridad en el aprovisionamiento de semiconductores y que los fabricantes de chips tomen conciencia de ello. En este sentido, y al igual que G+D, distintas asociaciones industriales y organizaciones, tales como Eurosmart, Secure Identity Alliance (SIA), Smart Payment Association (SPA) y Trusted Connectivity Alliance (TCA) también han advertido sobre los posibles riesgos económicos y las peligrosas consecuencias sociales del impacto de la escasez de chips en estos entornos.
Según Ralf Wintergerst, CEO de Giesecke+Devrient es necesario que, ante la escasez actual de semiconductores, su suministro se aborde de manera responsables para minimizar daños en todos los sectores, y apunta que "es responsabilidad de los políticos dar soporte a la economía y a sus factores productivos más importantes en su conjunto y no servir a los intereses particulares más ruidosos. Los pagos estables añade Wintergerst--, son la columna vertebral de cualquier economía; la conectividad permite la comunicación y el intercambio de conocimiento y la identidad legal fiable es esencial para proteger los derechos de las personas. En definitiva, --agrega--, se trata, en última instancia, de asegurar la prosperidad económica y la estabilidad social".
De cara al futuro Ralf Wintergerst es, no obstante, optimista. Así, y según apunta, "adaptarnos a entornos cambiantes y restringidos no es un territorio nuevo para nosotros, y estamos bien preparados para este año ya que gracias a nuestro compromiso de mantener relaciones cercanas con los clientes podemos reconocer las tendencias en el mercado a su debido tiempo y reaccionar rápidamente ante los cambios. Sin embargo, --añade Wintergerst--, hay que establecer un rumbo político a opciones estratégicas viables a largo plazo que reduzca la dependencia de los fabricantes de chips no europeos ya que, de lo contrario los cuellos de botella actuales persistirán y los aumentos exorbitados de precios y la escasez de suministro amenazarán con convertirse en una realidad permanente".