MAR&Gen: En algunos tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV), la fecundación del óvulo falla a pesar de la calidad, supuestamente buena, de los espermatozoides. En estos casos, se puede recurrir a una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) "de rescate" y evitar el fracaso del intento. La clave de esta intervención es una detección temprana de la ausencia de fecundación
El doctor Jan Tesarik, pionero de este protocolo, recomienda un intervalo de 6 horas después de mezclar los espermatozoides con los óvulos in vitro, si bien otros autores señalan que se puede realizar más tarde (18-24 horas después del intento de la FIV clásica) a condición de congelar los embriones para transferirlos más tarde, evitando así una asincronía entre el desarrollo de los embriones y de la mucosa del útero.
Dos procedimientos diferentes
La fecundación in vitro se puede realizar mediante dos procedimientos diferentes. En la FIV clásica, los óvulos recogidos de la paciente por una punción ovárica se mezclan con un número adecuado de espermatozoides permitiendo que la fecundación se produzca espontáneamente. En el segundo, la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), es un biólogo el que elige un espermatozoide para inyectarlo en el óvulo.
La elección entre uno u otro depende básicamente de la cantidad y calidad de los espermatozoides. Por debajo de ciertos niveles de número, movilidad y morfología de los espermatozoides, la FIV clásica tiene pocas posibilidades de éxito y el recurso a la ICSI es una solución. Cuando la causa de la infertilidad es de origen femenino, la FIV clásica es posible y, también, la ICSI si bien puede ser más costosa. Algunas parejas en esta situación optan por una FIV clásica por la diferencia de precio de algunas clínicas. También hay parejas que eligen la FIV clásica al considerar que es una técnica más parecida a la fecundación natural.
La capacidad de los espermatozoides de fecundar un óvulo en la FIV clásica también depende de su capacidad de unirse con el óvulo y fusionar con él, algo que no está reflejado por un examen básico del semen. Si esta capacidad de los espermatozoides se ve comprometida, la FIV clásica fracasa y solo la ICSI de rescate puede salvar el intento.
El doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, concluyen que “las dos fórmulas de la ICSI de rescate son posibles. La primera (una evaluación temprana de la fecundación después de la FIV clásica) permite la transferencia de los embriones rescatados al útero de la paciente en el mismo intento. La otra solución (una evaluación 18-24 horas después) necesita una congelación de los embriones pero es más compatible con los horarios de las clínicas. De todos modos, lo más seguro es evitar la FIV clásica si hay una más mínima duda de la capacidad fecundante espontánea de los espermatozoides”.