MAR&Gen: La melatonina reduce el riesgo (a priori muy bajo) de efectos adversos de las vacunas. Además, potencia su efecto antiviral y amplifica su espectro de acción a diferentes variantes del virus que causa la enfermedad COVID-19, tanto las existentes como las que puedan aparecer en el futuro
La administración de la melatonina puede resolver las dudas de vacunarse o no de muchas mujeres embarazadas. La melatonina reduce el riesgo (a priori muy bajo) de efectos adversos de las vacunas. Además, potencia el efecto antiviral de las vacunas y amplifica su espectro de acción a diferentes variantes del virus que causa la enfermedad COVID-19, tanto las existentes como las que puedan aparecer en el futuro. Esta capacidad de la melatonina fue ampliamente demostrada en diferentes infecciones virales, tanto respiratorias (incluyendo la gripe) como no respiratorias (como el ébola).
En un artículo recién publicado, los doctores Jan Tesarik de Granada y Russel Reiter de San Antonio (Texas, Estados Unidos) recomiendan el uso de la melatonina como un tratamiento adyuvante acompañando las vacunas.
Grupo de riesgo
Después de que las vacunas de Pfizer BioNTech y de Moderna, basadas en el ARN del COVID-19, recibieron la luz verde para ser utilizadas en humanos, los especialistas definieron un grupo prioritario de personas a vacunar, con el mayor riesgo de complicaciones severas y muerte, y las mujeres embarazadas forman parte de este grupo ya que, aunque supuestamente no es transmisible de la madre al bebé, la enfermedad COVID-19 puede afectar a la salud de ambos de una manera non-específica, produciendo varias complicaciones del embarazo, del parto y de la evolución del neonato.
Sin embargo, aunque los datos preliminares sobre la eficacia y seguridad del uso de estas vacunas en embarazadas son reconfortantes, algunas mujeres muestran reticencias a dejarse vacunar.
Según los doctores Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, además del efecto adyuvante en las embarazadas vacunadas, aporta otros beneficios independientes sobre la salud de la futura madre y del bebé por nacer. La concentración de melatonina en la sangre materna sube progresivamente durante el embarazo y es más baja en los embarazos con problemas (por ejemplo pre-eclampsia) en comparación con los embarazos normales. Varios estudios han demostrado que la administración de la melatonina durante el embarazo también protege al futuro bebé de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
“Todo esto -señalan los científicos granadinos- debería resolver eventuales dudas de las mujeres embarazadas ante las vacunas COVID y, por tanto, aumentar la tasa de vacunación de este grupo de mujeres particularmente vulnerables en caso de enfermar.”