La mordida abierta es una maloclusión dental mucho más común de lo que se piensa. Además del impacto estético que genera, también puede generar otros inconvenientes en la salud bucodental. No tratarlo a tiempo puede traer algunas complicaciones
Las maloclusiones son, en muchos casos un problema que puede causar inseguridades en las personas y también molestias en la salud bucodental. Uno de estos problemas suele ser la mordida abierta, que, según Clínica Ponce de León, una clínica especializada en tratamientos ortodónticos, es uno de los más comunes en la población.
La mordida abierta es problema de maloclusión que ocurre cuando uno o varios dientes no llegan a tocarse con los dientes de abajo. “Lo más habitual es que este problema se dé en los dientes caninos e incisivos superiores e inferiores, aunque también puede ocurrir en los dientes molares. Por lo tanto, el paciente no puede cerrar la boca por completo, habiendo un espacio visible entre las piezas” explica Clínica Ponce de León.
Hay tres tipos de mordida abierta: anterior, posterior y lateral. La mordida anterior es la más habitual de todas y ocurre cuando los dientes frontales de arriba y los de abajo no contactan entre ellos, al cerrar la boca. La mordida posterior ocurre cuando son los dientes de atrás los que no contactan entre sí cuando se cierra la boca. La mordida lateral es poco habitual, pero ocurre. En este caso, la falta de encaje entre los dientes de arriba y abajo ocurre en un solo lateral de la boca.
Esta maloclusión ocurre a causa de algunas malas costumbres que los niños adquieren durante la infancia, aunque también puede ser un problema de origen hereditario. “Es muy importante que los padres se impliquen y detecten estas malas costumbres de los niños e intenten evitar que se produzcan. De lo contrario pueden ocurrir problemas como la mordida abierta” explica Clínica Ponce de León.
La succión del dedo gordo durante los primeros años de vida de los niños es la causa más común para que este problema se dé. Utilizar el chupete demasiado tiempo también causa que los niños, con el paso del tiempo, desarrollen esta maloclusión. Respirar por la boca es un hábito responsable de esta maloclusión también. Estos tres hábitos son algo que los padres pueden detectar con facilidad y corregir, para que, a la larga, los niños no desarrollen la mordida abierta.
En muchos casos los niños empujan los dientes con la lengua y esto también puede ser un factor para que los niños tengan mordida abierta a la larga. Este problema es uno que los padres pueden detectar con más dificultad. Lo que se debe hacer en cualquier caso es llevar a los niños a una consulta con Clínica Ponce de León, para diagnosticar el problema y solucionarlo a tiempo. “El tratamiento de la mordida abierta depende de la edad del paciente y del grado de la maloclusión. La mordida abierta que no se trata a tiempo suele dar complicaciones y puede requerir una cirugía maxilofacial” aconseja Clínica Ponce de León.