Rentokil Initial: Chinches y otras plagas, compañeros indeseados en el Camino de Santiago

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Rentokil Initial: Chinches y otras plagas, compañeros indeseados en el Camino de Santiago

Los albergues, hostales y pensiones reciben cada año a miles de peregrinos que se lanzan a la aventura para hacer el Camino de Santiago. La presencia de chinches, garrapatas, pulgas o mosquitos en estos alojamientos puede arruinar la experiencia

Para evitar que estas plagas se conviertan en unos compañeros indeseados durante el Camino, Rentokil Initial explica las especies más comunes que se pueden encontrar, la mejor manera de detectarlas y cómo actuar frente a sus picaduras.

El Camino de Santiago es uno de los planes de verano más demandados, no solo por los españoles, sino también por los turistas extranjeros; ni las restricciones por la pandemia pueden con este poderoso destino turístico. Miles de peregrinos recorren cada año las diferentes rutas -el Camino Francés, el del Norte, el Primitivo, el Portugués, el Inglés o la Vía de la Plata, entre otros- hasta llegar a la Catedral de Santiago y, en Años Jacobeos como este, a la tumba del Apóstol.

Hostales, pensiones y albergues dan cobijo a los viajeros que buscan reponer fuerzas durante el trayecto y sirven como punto de encuentro para diferentes nacionalidades, culturas y religiones. Sin embargo, el Camino de Santiago puede convertirse en una experiencia desagradable si se encuentran a otros compañeros de viaje, indeseados, como son las chinches, cucarachas, garrapatas, pulgas o mosquitos. Estas plagas pueden detectarse en estos alojamientos por el trasiego que hay en ellos, causando un problema de salud a los peregrinos. Muchos de ellos, además, han estado cerrados estos meses de atrás por la pandemia y las restricciones a los viajes, por lo que las labores preventivas puede que no se hayan realizado con la regularidad necesaria.

La multinacional especializada en control de plagas e higiene ambiental Rentokil Initial cuenta cuáles son estos insectos que pueden entorpecer el viaje, la mejor manera de detectarlos, y cómo actuar frente a sus picaduras o ataques.

Chinches

Esta plaga es la más común en los albergues. El tránsito de peregrinos favorece la proliferación de estos insectos pequeños -hasta 5 o 6 mm-, que viajan de una mochila a otra y de un alojamiento a otro sin ser detectados. Aunque no transmiten enfermedades, su picadura es bastante molesta y puede derivar en una reacción alérgica, por lo que es importante revisar la todos los recovecos y los objetos personales cada vez que uno se hospeda en estos alojamientos. Las costuras de los colchones, el cabecero, las alfombras, los bastidores de las camas, entre las maderas del suelo, los zócalos y rodapiés, las grietas de las paredes o entre las juntas del papel pintado, los armarios, muebles e, incluso, los enchufes y aparatos eléctricos, son los hábitats preferidos de estos insectos y los primeros lugares en los que se deben llevar a cabo las revisiones. No hay que olvidar la mochila, pues es su medio de transporte.

Para detectar chinches, Rentokil Initial establece una serie de indicios que facilitan su identificación. Además de la aparición de picaduras sospechosas, con hinchazón o comezón, en cuellos, manos y extremidades, la compañía recomienda estar atento a manchas oscuras que puedan verse en el colchón y el somier, particularmente alrededor de las juntas y listones, así como a olores densos y desagradables, pequeñas gotas de sangre en la ropa de cama, pieles secas -procedentes de las mudas de las chinches-, o ejemplares vivos -planos, ovalados, con seis patas, dos antenas y de color marrón rojizo- en juntas de muebles y zócalos.

En caso de detectar su presencia, Rentokil Initial recomienda, por un lado, a los peregrinos, lavar la ropa a más de 60º para evitar llevar ejemplares de estos insectos de vuelta a casa, y, por otro lado, a los albergues, efectuar inspecciones regulares de las habitaciones y zonas comunes, y en caso de detectar su presencia, contactar con una empresa especializada en Control de Plagas. En este sentido es muy importante poder realizar una detección temprana para evitar la extensión de la plaga a otras habitaciones.

Mosquitos

Esta plaga es conocida por todos, especialmente durante las noches de verano en las que sus zumbidos interrumpen el sueño de cualquiera. Este insecto puede transmitir enfermedades como el Dengue o el Zika, por lo que es importante prevenir sus picaduras. Para ello, Rentokil Initial recomienda evitar las aguas estancadas que funcionan como criaderos de estos insectos, y las zonas húmedas, sobre todo por la mañana y al atardecer. Además, otra de las soluciones, aunque no a gusto de todos, es cerrar las ventas mientras se duerme; en lugares como Galicia, las temperaturas nocturnas quizás den un respiro y esto sea posible, pero para aquellas zonas en las que esta medida sea inviable, la compañía recomienda cubrir con mosquiteras las puertas y ventanas, mantener las luces apagadas y aplicar repelentes ambientales y corporales, que mantendrán a los mosquitos alejados.

En cuanto a los consejos que uno mismo puede aplicarse para no sufrir el ataque de estos insectos, además de usar ropa de color claro y que cubra brazos y piernas, zonas del cuerpo más propensos a picaduras, también se recomienda evitar perfumes con olores intensos, pues los mosquitos se sienten atraídos por este tipo de aromas.

Pulgas y garrapatas

Estos insectos son un problema común en aquellos lugares con mascotas, pero incluso albergues o alojamientos que no cuentan con animales de compañía, pueden verse invadidos por estas plagas, ya que los peregrinos anteriores pueden haber tenido contacto con perros o gatos, propios o ajenos, u otras especies como conejos, ratones o animales de granja.

Tanto las garrapatas como las pulgas son vectores de enfermedades como la Enfermedad de Lyme o la peste bubónica. Además, son parásitos, por lo que se agarran al cuerpo para alimentarse de sangre, produciendo picaduras molestas o reacciones alérgicas. En el caso de las pulgas, la persona que se ve afectada por su ataque tenderá a rascarse para aliviar el picor, mientras que la presencia de garrapatas en el cuerpo produce síntomas como dolores de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos.

Rentokil Initial recomienda usar ropa que cubra las extremidades mientras se realizan las etapas del Camino de Santiago, de la misma manera que aconseja, en el caso de las garrapatas, no tratar de quitarse uno mismo el ejemplar. La forma correcta sería utilizando unas pinzas y despegarlo desde la cabeza, o bien acudir a un centro de salud.

El Camino de Santiago es una experiencia espiritual y religiosa para unos, divertida o deportiva, para otros, pero en cualquier caso es un viaje único y reconfortante. Sean cuales sean los motivos por los que cada uno recorre los cientos de kilómetros de las rutas que llevan a la Catedral, lo importante es el camino y los compañeros de viaje. Que las plagas no arruinen la peregrinación.

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