Se estima que un 60% de las personas de entre 50 y 60 años tiene déficit de esta vitamina, y el porcentaje incrementa al aumentar la edad. ¿Qué se puede hacer para evitarlo?
La vitamina D tiene como una de sus funciones principales absorber el calcio y el fósforo para mantener los huesos fuertes, previniendo enfermedades cómo la osteoporosis y otras musculoesqueléticas. Cristina González, farmacéutica titular de Farmacia San Ignacio cuenta que “Otras funciones interesantes que tiene la vitamina D es que fortalece el sistema inmune, protegiéndonos de agentes patógenos externos. También previene el cáncer, ayuda al sistema respiratorio a combatir ciertas enfermedades y contribuye a nivelar el azúcar en sangre. Y la lista sigue. Es una vitamina importante que muchos especialistas no tienen en cuenta lo suficiente a la hora de mirar las analíticas.”
Esta vitamina es conocida coloquialmente como la vitamina del sol, ya que aumenta casi un 90% gracias a la exposición a los rayos UVB. Eso sí, se debe tomar con precaución e intentando que coincida con las horas de menor radiación (antes de las 11:00 am, y después de las 17:00 pm). Con unos 10 minutos sin protector solar serían suficientes para llegar a la cantidad indicada.
Sin embargo, si la sociedad en una zona donde el sol brilla por su ausencia, el ritmo de vida no permite estar en sitios al aire libre, o bien exista alguna enfermedad donde se contraindique, hay que buscar otras alternativas.
“A través de los alimentos solo se puede obtener de un 10% a un 20% de la vitamina D. La lista de productos es muy escasa: pescados grasos, mantequilla, marisco o huevos. Pero el mejor consejo para los clientes es que vayan a un especialista, y según su analítica decidan qué tipo de suplementación deben tomar. Es la manera más eficaz de superar esta carencia. Hay varios formatos y marcas que los dispensan, e incluso vienen reforzadas con otros nutrientes, para casos más específicos.”
En las farmacias se pueden encontrar suplementos de vitamina D. Pero antes, como recomiendan desde la Farmacia San Ignacio de Sevilla, lo idóneo es ir a una revisión médica para conocer cuáles son los valores exactos de su analítica.
Nada en exceso no es bueno. Por eso es tan importante cerciorarse de en qué punto se encuentra el cuerpo, y a partir de ahí seguir la pauta que marque el médico.