Cada vez son más y mejores las técnicas que posibilitan una mayor calidad de vida al paciente con dolores en las articulaciones
La medicina regenerativa ya es una realidad médica aunque la mayoría de la gente la percibe como una herramienta del futuro. Un importante número de tratamientos ya están disponibles en el mercado sanitario y han sido previamente clínicamente probados. Raúl García Renedo, Médico experto en dolor articular y medicina regenerativa explica qué novedades hay al respecto.
Las terapias que se utilizan con más éxito en el campo de la traumatología y el dolor articular son las terapias regenerativas que se obtienen del plasma autólogo y sus fracciones o derivados, dentro de los cuales se encuentra el plasma rico en plaquetas, el suero rico en citocinas o las células madre.
La regeneración tisular está dirigida por una extensa red de citocinas que actúan de forma sinérgica. El objetivo de esta nueva terapia regenerativa es reunir una mezcla homogénea de citoquinas y factores de crecimiento que actúen en el proceso de regeneración, disminuyendo la inflamación y activando la regeneración endógena.
Recientemente la investigación en el campo de la medicina regenerativa ha podido crear un suero rico en citocinas, más concentrado y sin la presencia de células.
La alta concentración de citoquinas hace que se disponga de un tratamiento con un grado más potente de curación para aquellos casos en que el tejido está en peores condiciones.
Las citosinas son una familia de proteínas de bajo peso molecular producidas por células sanguíneas y plaquetas, responsables de regular la respuesta inmune, la inflamación, la remodelación de tejidos y la diferenciación celular.
Las citoquinas regulan el metabolismo del cartílago y la respuesta inflamatoria. Las citosinas anabólicas son las encargadas de restablecer la actividad metabólica del cartílago, reducir la inflamación e iniciar el ciclo regenerativos de los tejidos para recuperar las funciones de la membrana sinovial y la síntesis de líquido hialino, que es lubricante “aceite fisiológico” de las articulaciones.
Este suero biológico se obtiene de la sangre periférica del propio paciente y contiene mediadores biológicos de factores de coagulación – factores de crecimiento y citocinas – y que replica las vías de señalización de los procesos inflamatorios, actuando en la cascada inflamatoria molecular y activando la regeneración tisular.
Indicaciones de patologías musculoesqueléticas:
Artrosis articular de rodilla, cadera, tobillo y hombro.
Tendinopatías del hombro y tendón de Aquiles.
Epicondilitis del codo.
Fascitis plantar
Hernias de columna y dolor de espalda por inflamación de una raíz nerviosa.
Beneficios del tratamiento
Mejorar del dolor y mejoría funcional. Retrasa la indicación de cirugía protésica, sin efectos secundarios.
Aumenta la formacion de ácido hialuronico endógeno.
Disminuye la citoquina proinflamatorias.
Favorece la renegación de lesión osteocondral.
Activa la revascularización de lesiones de menisco.
Efecto analgésico y antiinflamatorio.
Paraliza la progresión de la artrosis en distintas fases.
Mejora los síntomas crónicos de dolor e inflación de la artrosis.
Harán falta más estudios y ver los resultados clínicos a largo plazo de estas nuevas terapias biológicas, pero sin duda abren una oportunidad de tratamiento y se muestran como una alternativa real para el tratamiento de la artrosis y otras enfermedades musculoesqueléticas, tanto para disminuir el dolor y recuperar la movilidad y la calidad de vida.