Otras cirugías cada vez más demandadas son el injerto de barba o el injerto de cejas
Desde hace años los retoques estéticos se encuentran en auge entre los pacientes transgénero y, especialmente, los injertos capilares se postulan como una de las cirugías con una demanda cada vez mayor entre este colectivo, ya que, a través de esta intervención, será posible mejorar la apariencia específica de género mediante la feminización de la línea del cabello. Por ello, con motivo de la celebración del Día del Orgullo Gay el próximo 28 de junio, desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, explican las principales características del injerto capilar entre estos pacientes, así como el de barba o el de cejas.
"Las cirugías capilares llevadas a cabo en un proceso de cambio de género son las mismas que se abordan en cualquier paciente que quiera mejorar su aspecto. De esta forma, podemos realizar implantes de cejas y de barba para dar densidad o modificar la forma de las mismas, así como un trasplante capilar para redensificar y reconstruir zonas en las que ya se hayan perdido los folículos, o bien bajar o modificar la forma de la línea del frontal", explica Mª Eugenia Segovia, doctora de la clínica Hospital Capilar.
En el caso de los trasplantes capilares, muchos pacientes optan por esta intervención con el fin de combatir la alopecia androgenética, repoblar determinadas zonas o para llevar a cabo la modificación de la primera línea capilar, que normalmente tiende a ser más pronunciada en hombres que en mujeres, y así lograr un diseño más femenino e imperceptible, prestando atención a las características de la piel y del cabello de cada persona. "Podemos suavizar las entradas y combatir su recesión con el objetivo de dar un efecto más redondeado y menos anguloso, consiguiendo, de esa forma, un aspecto más femenino", subraya la especialista de Hospital Capilar.
Otra de las opciones más solicitadas es el injerto de cejas, una cirugía en la que se implantará pelo en las zonas de carencia de vello en las cejas, con el fin de que nazcan de forma natural tras la intervención. Asimismo, el injerto de barba es una buena opción para aquellos pacientes que deseen una masculinización adicional en esa zona facial, o bien quieran repoblar zonas de baja densidad capilar. En este caso, el equipo médico elegirá el diseño más acorde a cada facción.
Por otro lado, existen diferentes tratamientos para lograr un mayor grosor del cabello o mejorar el aspecto de zonas localizadas como la coronilla, que deben valorarse de forma individualizada mediante consulta médica. En estos casos, los expertos recomiendan el Plasma Rico en Plaquetas o PRP, un tratamiento rápido y prácticamente indoloro que se alza como una de las mejores opciones para engrosar el tallo del cabello y aportarle más volumen y mayor densidad. "Mediante el PRP, se realiza una extracción sanguínea que centrifugaremos para obtener la fracción más rica en factores de crecimiento que, posteriormente, dermoinfiltraremos en el cuero cabelludo, logrando un efecto de redensificación", detallan desde Hospital Capilar.
Por último, es importante recalcar que, tras realizarse el trasplante capilar, no será necesario que el paciente siga un tratamiento hormonal adicional, aunque en ocasiones el tratamiento con testosterona puede precipitar la progresión de la alopecia androgenética del pelo nativo, al ser la hormona responsable de la caída del cabello. Además, una vez realizada la intervención capilar, el equipo médico y tricología indicará qué pautas se deben seguir en cada fase del injerto, tales como lavados con un champú suave en el domicilio durante los primeros días; tratamientos médicos para prevenir inflamaciones u infecciones; o indicaciones como evitar sobreesfuerzos, determinadas posturas o la exposición directa al sol.