Todavía quedan oficios tradicionales de futuro. Y sí, pueden competir en salarios con las profesiones tecnológicas más cotizadas en la actualidad. La popularidad de los tatuajes crece y eso se traduce en un incremento paralelo de la demanda
Habitantes en los tiempos del cambio, de la evolución más acelerada que el ser humano haya presenciado.
Los patinetes adelantan a toda velocidad sin percibirlos, hablar con altavoces robot en casa, las pantallas como panacea para la mayoría de habitantes de este mundo veloz, y así, infinidad de cambios que recolocan las ideas innovadoras como normales, ya que las nuevas generaciones ya las abrazan como cotidianas.
Las profesiones del futuro se están reinventando, casi casi a diario hay nuevos empleos, algunos oficios conocidos son remodelados, reconvertidos al nuevo siglo, otros aparecen de incipientes necesidades demandadas por el gran público o por gigantes tecnológicos. Big Data, nanotecnología, analistas web, desarrollo de apps, hackers, todas ellas van ligadas al tsunami tecnológico que ya golpea casi por completo todas las orillas a corto, medio y largo plazo.
Todo esto está muy bien, pero ¿qué sucede con todo lo que ya se conocía?¿Con la creatividad o el talento artístico?¿Qué pasa con ese ser que no encaja, que no desea sucumbir en dichas profesiones cercadas casi por completo a la luz de la pantalla y al son del teclado?
Bien, desde la EOMTP ponen sobre la mesa una profesión de futuro, tatuador y tatuadora.
Con mucho futuro, bien remunerada, y con un crecimiento igual de impresionante que las profesiones tecnológicas. Una gráfica de popularidad y acogida entre la sociedad disparada en positivo. Con unos salarios que oscilan entre los 18.000€ y 48.000€ euros anuales según la valía y notoriedad del artista. Con talento, tatuadores de renombre puede llegar a cobrar 300€ la hora. Ese salario es comparable, incluso mayor, al de programadores, analistas web, desarrolladores de apps o expertos en big data. Si querido público, un tatuador profesional con algunos años de experiencia a la espalda y con sólida experiencia y calidad en sus trabajos puede igualar los honorarios de las profesiones tecnológicas más demandadas. Es una opción singular, es una alternativa real para aquellos que rehúsan invertir demasiadas horas de vida ante el ordenador en favor del arte tal y como se conocía.
Si crear y dibujar es una de esas pasiones a las que dedicar el tiempo, os invitamos a conocer el curso de tatuador en Madrid y el curso de tatuador en Barcelona para iniciarte en el mundo del tatuaje en las mejores condiciones, para empezar con unas herramientas óptimas y afrontar con seguridad y garantías los primeros pasos en el tatuaje. Además se imparte el curso higiénico sanitario homologado por el ministerio de trabajo para poder ejercer legalmente como tatuador.
Todavía queda vida más allá del ratón para ejercer una profesión digna y bien remunerada. Pasión hacia el arte y hacia la creatividad. En un mundo de números, de estadísticas y publicidad, es maravilloso poder ofrecer a las personas una alternativa sólida de futuro basada en una tradición ancestral milenaria.