Este proyecto de colaboración turística surgió con el objetivo de promocionar y difundir el legado histórico de las localidades de pequeño y mediano tamaño que lo conforman, y tres lustros después, sigue siendo un proyecto vivo y en constante evolución. La puesta en valor del patrimonio natural de cada una de ellas, es la apuesta para este tiempo de pandemia
Hace ya quince años nació la Red de Ciudades y Villas Medievales, un proyecto integrado por municipios de la península ibérica con patrimonio medieval, en la que fue una iniciativa turística pionera. La Red está formada por nueve localidades que se ciñen a un mismo perfil, todas ellas con menos de 17.000 habitantes y con una riqueza monumental que hace de sus edificios y calles auténticos museos capaces de transportar a sus visitantes a otra época.
Hondarribia (Gipuzkoa), Laguardia (Álava), Estella–Lizarra (Navarra), Almazán (Soria), Sigüenza (Guadalajara), Consuegra (Toledo), Ciudad Rodrigo (Salamanca), Jerez de los Caballeros (Badajoz) y Marvão (Portugal), son las nueve Ciudades y Villas que componen actualmente esta Red, vertebrando la península, de norte a sur y de este a oeste. Como reconoce el presidente de la Red, y alcalde de Hondarribia, Txomin Sagarzazu, “todas ellas tienen en común sus características medievales pero cada una posee una personalidad, una historia y unas tradiciones propias y singulares”.
Tres lustros después de su creación, la Red de Ciudades y Villas Medievales se ha consolidado como “marca” y, a pesar de los avatares de la situación actual, la asociación sigue siendo un referente en el turismo cultural, gastronómico y de naturaleza en la Península Ibérica. “Si la Red no existiera, habría que crearla. La unión entre los municipios que la conforman nos ha hecho más fuertes y, a pesar de la coyuntura tan difícil que estamos viviendo, y que ha cambiado nuestras prioridades y valores, seguimos siendo una marca interesante y atractiva. Asociados bajo el amparo de la Red hemos conseguido crear actividades y sinergias que se han consolidado transcendiendo comunidades autónomas e incluso fronteras”, afirma Sagarzazu.
La relación entre los distintos municipios ha creado fuertes vínculos que han demostrado estar por encima de partidos políticos e ideologías. Durante los quince años de vida del proyecto, los municipios asociados han cambiado de dirigentes políticos, algo que no ha influido en la salud de una Asociación con arraigado espíritu de cooperación e innovación. “En este tiempo, entre los municipios que conforman la Red se han forjado unos lazos de unión que debemos cuidar, pero además entre sus representantes municipales, tanto técnicos como políticos, ha surgido una complicidad que es imprescindible para el desarrollo futuro del proyecto”, reflexiona el presidente.
Una de las actividades más emblemáticas de la Red es el Concurso Internacional de Pinchos y Tapas Medievales. Esta iniciativa singular cuenta con el atractivo y la dificultad de que los cocineros locales deban crear platos con ingredientes exclusivamente precolombinos. Gracias a estos certámenes gastronómicos, además de acercar la cultura del pincho a aquellas zonas en las que no existía, como en Consuegra o Sigüenza, la Red ha conseguido un atractivo y un prestigio turístico-gastronómico que ha supuesto un impulso en la promoción de todas las localidades participantes en sus distintas ediciones y formatos.
“Los diferentes concursos celebrados en cada una de las localidades, algunos ya muy arraigados, y los certámenes internacionales de los Pinchos y Tapas Medievales se han convertido en un hito en la historia de la Red. Somos conscientes de que esto no habría sido posible sin la colaboración y el esfuerzo de los cocineros y cocineras que han creado verdaderas obras de arte culinarias, y de los establecimientos que año tras año han ofrecido sus locales a los compañeros”, comenta Txomin.
La hostelería ha sido y sigue siendo uno de los sectores más castigados por la pandemia. Por eso, la Red quiere mostrarles su apoyo y devolverles su agradecimiento por el esfuerzo que ellos han hecho en tantas ocasiones. En este sentido, la Red, durante estos meses ha seguido trabajando mediante reuniones telemáticas y, uno de los objetivos marcados es convocar, en cuanto sea posible un nuevo Certamen de Pinchos y Tapas Medievales. “La Red desde su inicio ha buscado un intercambio cultural, de buenas prácticas, de enriquecimiento mutuo y de conocimiento entre los municipios integrantes, fomentando el espíritu de colaboración. En esta tarea han sido imprescindibles los hosteleros, por ello, es fundamental volver a dinamizar nuestros municipios y así agradecerles la colaboración que ellos nos han ofrecido durante tantos años”, asegura el presidente.
La Red de Ciudades y Villas Medievales quiere seguir siendo una asociación viva y enriquecedora. “La pandemia nos ha hecho replantearnos algunas de las iniciativas que teníamos programadas, pero estoy convencido de que vamos a ser capaces de reinventarnos y sacar provecho de nuestras características. La tranquilidad de nuestros municipios, los enclaves en los que se encuentran, su riqueza no solo patrimonial sino también natural, son ventajas de las que tenemos que sacar partido, ofreciéndolos con naturalidad y honestidad, sin cambiar la identidad de cada una de nuestras Villas y Ciudades, como hemos hecho siempre”, continúa Txomin. En este sentido, la labor de la Red se centra ahora en la elaboración de un proyecto que ponga en valor los indudables atractivos naturales que todos los municipios tienen.
Actividades gastronómicas como los Certámenes de Pinchos y Tapas Medievales, eventos deportivos como la iniciativa “Red-Corriendo el Medievo” y encuentros culturales como los conciertos “Música el clave de Re-d”, son algunas de las propuestas que no han podido celebrarse en el pasado año, pero que se retomarán con fuerza en cuanto las restricciones sanitarias lo permitan.
“Somos conscientes de que tenemos un margen de mejora y de exploración de nuevas iniciativas que continúen colocándonos como un producto atrayente y sigamos siendo una marca diferente y diferenciada, con respecto a la infinidad de posibilidades dentro del turismo en España y Portugal”, concluye Txomin Sagarzazu.