Levantado por la familia de Antonio Gimeno, y actualmente regentado por sus hijos, Ãlvaro y Ana, el Hostal Los Arcos, continúa dando servicio a los clientes de la comarca en tiempos difíciles
Fue en la década de los sesenta cuando Antonio Gimeno llegó a Almonacid de Zorita, para pasar dos semanas en la Urbanización Nueva Sierra. Terminó echando raíces en La Alcarria. Fue el metre de La Hípica. Y posteriormente compró El cortijo. Después regentó al Hípica y, por fin, en 1987, levantó el proyecto de vida de una familia, con la construcción del actual negocio familiar: El Hostal Los Arcos.
Nacido para dar servicio a los trabajadores de la central nuclear de Zorita, el negocio se ha adaptado a los cambios a medida que ha pasado el tiempo. Y aunque las circunstancias se lo han puesto difícil a la hostelería de la comarca, no solo por la pandemia sino también por la despoblación, la familia de Antonio Gimeno sigue trabajando con ilusión para dar servicio a sus clientes, muchos de ellos, diferentes generaciones de las mismas familias.
El Hostal Los Arcos dispone de 20 habitaciones dobles, y amplios comedores, en los más de 800 m2 de un edificio, que durante años fue el referente de los trabajadores de Zorita. Entonces, la plantilla de Los Arcos llego a ser de 12 e incluso 15 personas, que cubrían 3 turnos de comidas. Hoy en día, el negocio emplea a tres personas. Aun así, sus propietarios abren cada día con la misma ilusión y compromiso. Su menú del día tiene una bien ganada fama local, con 3 primeros, 3 segundos y postres caseros, al precio de 10 euros. Se puede pedir cada día de la semana, incluso los sábados y los domingos.
La especialidad de la cocina del Hostal Los Arcos son los productos de la tierra, como el cordero asado, carrillada, mollejas, costillas al horno o paella. Estas son sólo algunos de los platos que forman parte de un menú, siempre casero, de cocina de toda la vida.
Álvaro Gimeno y su hermana Ana han nacido y se han criado en Almonacid, y por supuesto, continúan con un negocio familiar que sus padres levantaron con tanto esfuerzo y sacrificio. Aunque las circunstancias han cambiado debido al cierre de la central nuclear, el potencial turístico de Almonacid, y en general de La Alcarria, les hace mantener la ilusión.
“La interesante oferta cultural de Almonacid, con el Museo de Cela como emblema principal, o la práctica de deportes al aire libre para todos los públicos, incluidas las rutas de senderismo, la pesca deportiva o la práctica de escalada, son algunas de las razones por las que hay que venir a visitar Almonacid”, afirma Álvaro.
El entorno natural de la comarca es realmente bonito, “pero injustamente poco conocido”, añade Álvaro. La Urbanización Nueva Sierra, el Club Náutico o La Playa, “son todo un lujo”, pero además, Almonacid cuenta con espacios para disfrutar de la naturaleza “como el merendero de la Fuente Vieja o La Fuente de la Cueva”. Y no se puede hablar de Almonacid sin hacer mención a la Virgen de la Luz, “es pequeña, pero preciosa, y todo el pueblo le tiene una gran devoción”, asegura.
Según el hostelero, hay muchos motivos para visitar Almonacid, y “desde la Hostal Los Arcos, invitamos a todos a descubrir de una zona preciosa en la que disfrutar de la cultura, la naturaleza y sobre todo de una excelente gastronomía”, termina Álvaro.