Desde que se iniciara el proceso de vacunación contra el COVID en España, muchas han sido las dudas de pacientes que sufren alergia sobre las posibles reacciones adversas que la vacuna pueda producir en su organismo. Para dar respuesta a todas ellas, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Española (FACME) recomienda un protocolo de actuación a seguir en la vacunación contra el COVID en personas alérgicas
La primavera es la época de máxima polinización, por lo que las alergias respiratorias se incrementan en un alto grado. El polen causante de este tipo de alergias se encuentra en el ambiente, lo transporta el aire y lo liberan las plantas durante la floración. El tiempo seco y cálido y el viento moderado tampoco ayudan, ya que favorecen su diseminación.
Según el Dr. Luís Mario Tubella, médico alergólogo y director de Cenvi Mèdic, centro colaborador de SmartSalus, es en este período cuando muchos pacientes alérgicos se ven obligados a recurrir a la inmunoterapia específica subcutánea con alérgenos inhalantes (ITSC), actualmente el único tratamiento etiológico . capaz de modificar el curso natural de cualquier tipo de alergia respiratoria, básicamente rinitis, rinoconjuntivitis y asma alérgica.
Administración de la ITSC y de la vacuna contra el COVID
En las últimas semanas se han descrito reacciones adversas locales en pacientes a los que se les ha administrado la ITSC y la vacuna contra el COVID con escasos días de margen.
Ante éstas, la SCAIC (Societat Catalana d’Al.lèrgia i Inmunologia Clínica) recomienda espaciar la dosis de la vacuna del COVID y la ITSC una semana como mínimo, en las dosis de ITSC de inicio y mantenimiento, aunque ello pueda suponer modificar la pauta inicialmente establecida para la administración de la ITSC, y administrar la siguiente dosis posterior a la vacuna del COVID en el brazo contralateral al de su administración, aunque ello suponga administrarla en el mismo brazo en el que se había administrado la dosis anterior.
En ningún caso, la SCAIC recomienda no administrar la vacuna del COVID o retrasar su administración por coincidir ésta con la ITSC.
Recomendaciones propuestas por la FACME en la vacunación del COVID en personas alérgicas
La FACME insiste en que no se puede, ni se debe, generalizar y excluir de la vacunación a todas aquellas personas que han tenido reacciones graves con medicamentos y/o alimentos. La mayoría de esta población puede vacunarse, y, en cualquier caso, es necesario disponer de medicación para el tratamiento de una reacción alérgica en el lugar de la administración y se debe garantizar una vigilancia al paciente tras haber recibido la vacuna.
Según la FACME, pueden vacunarse aquellos pacientes con historial de alergias alimentarias, látex, venenos o alérgenos ambientales, entre otros. También las personas con alergias no graves a otras vacunas o medicamentos inyectables (por ejemplo, reacciones no anafilácticas), y las personas con antecedentes familiares de anafilaxia.
La FACME insiste en que pueden vacunarse, siguiendo un protocolo de actuación específico, aquellas personas con historia de reacción grave (anafilaxia) a todo lo anteriormente citado, o bien con historial de mastocitosis, síndrome de activación mastocitaria o anafilaxia idiopática.
Por último, la federación recomienda no vacunar a los pacientes con historial de reacciones alérgicas graves (anafilaxia, por ejemplo) a algún componente de la vacuna (Comirnaty) o a la dosis previa.
En la plataforma médica on-line SmartSalus se dan cita los mejores especialistas en alergias, además de los más reputados centros médicos del país, quienes permanecen, también en estos momentos, a disposición de los pacientes para cualquier acto médico que precisen