Northgate Renting Flexible lanza Flexing para responder a la creciente demanda del renting flexible para la movilidad personal
El renting es ya un concepto arraigado en la sociedad y, pese a estar tradicionalmente asociado a PYMEs y autónomos, cada vez son más los particulares que se suman a esta modalidad de movilidad. Prueba de ello es que pese a las restricciones de movilidad provocadas por el Covid-19 en 2020, el renting supone un peso en las matriculaciones de un 20,3%, con una inversión total de 4.356,10 millones de euros, de acuerdo con los datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) y, de todos los usuarios de renting es el segmento de particulares y autónomos el que más ha crecido, con un aumento de su peso del 28% en el parque de vehículos de renting.
El interés por el renting flexible crece ante un menor interés por la compra de vehículos, que supone una inversión estratégica a largo plazo y que cada día cuesta más adaptar a las necesidades que los conductores actuales han desarrollado, que pasan por disponer de la comodidad del vehículo privado, la flexibilidad del pago por uso y las ventajas de ahorro del renting.
Ante este cambio de demanda, Northgate Renting Flexible ha puesto al alcance de todos los conductores su servicio de renting flexible a través de Flexing, y ha realizado un análisis de las principales ventajas que supone alquilar un vehículo a través de esta tipología de contrato frente adquirir o arrendar a largo plazo.
Ventajas del renting para particulares
Eficiencia, sostenibilidad y seguridad vial. La posibilidad de renovar el vehículo con frecuencia es posible con el renting flexible. Así, se podrá disfrutar de vehículos equipados con tecnología de última generación, que permite que el consumo de combustibles sea más reducido, y menos contaminante. Por tanto, se favorece a el ahorro en carburante y aumenta la seguridad en carretera, ajustándose a la tendencia del consumidor de hacer un uso responsable de los vehículos. Además, las empresas de renting como Northgate incorporan a su oferta de vehículos alternativas de combustible, con vehículos ECO o híbridos y que respetan el medio ambiente.
Emocionales. El renting flexible permite cambiar de vehículo sin penalización, un factor que garantiza la adaptabilidad de los vehículos en función de las necesidades del consumidor en cada momento, al tiempo que mantiene las ventajas tener un vehículo propio, ofreciendo a sus usuarios una manera fácil y cómoda de desplazarse en su día a día Esa sensación que produce el cambio de vehículo se percibe de manera positiva, haciendo que el usuario sienta que ha acertado en su elección.
Seguridad y flexibilidad. Se debe tener en cuenta que el contexto actual de inestabilidad económica puede afectar a la solvencia de la economía de las familias, lo que las sitúa en un entorno en el que los contratos de compra o arrendamiento a largo plazo no son tan atractivos. El renting flexible elimina este riesgo, al ofrecer la posibilidad de dar de baja el servicio sin penalización en cualquier momento.
Control de gastos. En el renting flexible, la cuota mensual incluye los gastos relacionados con impuestos, mantenimiento, reparaciones, asistencia y seguro, que en el caso de un vehículo en propiedad corren a cargo del propietario. Así, los particulares logran disfrutar de todos los beneficios que aporta un coche en propiedad y también de los del pago por uso que tan incrementada ha visto su demanda en los últimos tiempos, ya que la oferta está personalizada a cada conductor en función del tipo de vehículo, combustible, y el periodo de alquiler. Además, el flexing de Northgate ofrece a sus usuarios la particularidad garantizar una tarifa decreciente mes a mes sin compromiso, pudiendo llegar a los 278 euros al mes.
Inversión necesaria. En el caso de la financiación, es habitual que requiera un desembolso inicial que en el caso del renting no es necesario. Además, con el renting flexible se evita el pago de intereses de un préstamo, que puede suponer un incremento del precio total del vehículo de casi un 30% dependiendo de las condiciones de la financiación, un factor que desaparece en el caso de los contratos de renting.