Radiación solar, proximidad a una subestación eléctrica, cercanía al usuario final, terrenos llanos y la posibilidad de la integración del parque solar con el paisaje son algunos de los aspectos a tener en cuenta para poder poner en marcha una planta de generación de energía como destaca IMEnergy
El mercado de las energías renovables se encuentra en alza gracias al Real Decreto firmado en abril de 2019 que regula las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo en España. La autogestión energética doméstica y empresarial han tomado una mayor fuerza durante el último año, y en el caso de las plantas de generación energética, la demanda e instalación en territorio nacional están suponiendo un desarrollo notable. Así lo refleja el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que prevé que en 2024 la capacidad total de este tipo de energías experimentará un 50% de crecimiento y hasta un 60% será representado por la energía solar.
España es uno de los territorios a nivel europeo que mayor crecimiento está teniendo, sobre todo en el mercado de la energía fotovoltaica, que registró durante 2020 una subida de la producción en un 70% con respecto al año anterior, según los últimos datos de Red Eléctrica. Además, la transición energética hacia la descarbonización ha provocado que empresas convencionales de explotación de hidrocarburos destinen una parte de su presupuesto a la inversión en energía fotovoltaica para cumplir con el plan Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050) el cual permitirá reducir un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, transformar la economía y mejorar la competitividad empresarial e industrial. El Plan prevé para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 161 GW de los que 39 GW solar fotovoltaica.
El sistema energético es un pilar básico de la economía y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), no solo favorece la descarbonización, sino que puede generar un efecto muy positivo en el tejido industrial y productivo de pymes y grandes empresas mejorando su competitividad. El aumento de la eficiencia de todos los sectores provocará que para el año 2030 se precise menos energía por unidad de PIB
y una mejora del 39,5%, lo que equivale a una mejora anual del 1,9% desde 2017 hasta 2030. Además, estimaciones de REE demuestran que el sector de las renovables podría permitir una reducción del coste marginal de generación en un 30% para ese mismo año.
Son muchas las razones que justifican que las compañías apuesten por poner en marcha plantas de generación de energía y ayudar al tejido empresarial a cumplir con los objetivos sostenibles del país y reducir la dependencia energética que en la actualidad se sitúa en un 73%, según datos del INE. Sin embargo, son muchas las dudas que les surgen antes de lanzarse. Por ello, desde IMEnergy -empresa líder en el diseño, ingeniería, suministro y construcción de seguidores solares y plantas de generación eléctrica- han elaborado una lista con 5 indicadores a tener en cuenta a la hora de poner en marcha una planta de generación solar:
1. Busca una buena radiación solar. Aunque pueda parecer algo básico, es importante elegir un espacio en el que los niveles de radiación solar sean lo suficientemente altos. El promedio de radiación solar anual se sitúa alrededor de los 1,700 kWh/m². Según muestran los cálculos de CIEMAT, algunos lugares de la península podrían alcanzar los 5,4 kWh/m2, datos que ponen en valor que España se encuentra en unas condiciones óptimas para poder desarrollar este tipo de energías.
2. La proximidad a una subestación eléctrica es fundamental. Las subestaciones eléctricas son un elemento esencial ya que son las que permiten que la energía que se obtiene del sol llegue a la red eléctrica y pueda ser consumida. Su principal función es la producción, conversión, regulación y distribución de la energía eléctrica modificando y estableciendo los niveles de tensión de una infraestructura eléctrica.
3. Cercanía al usuario final. La energía recorre grandes distancias desde el punto de generación hasta el punto de consumo. La Generación Centralizada es el tipo de producción energética tradicional y provoca que existan pérdidas en el trasporte y mayores costos de distribución en la factura eléctrica. Por ello, es importante dar paso a la Generación Distribuida, que acorta la distancia entre la planta y el usuario final y reduce los gastos.
4. Preferiblemente, terrenos llanos. España cuenta con una geografía de 50 millones de hectáreas con amplios territorios de baja densidad de población. No solo cobra importancia la cantidad de radiación que recibe el área donde situar la planta de generación, sino que también es importante contar con un terreno lo más llano posible evitando zonas montañosas o con demasiado relieve.
Aun así, la fotovoltaica es tan flexible que lo mismo se instala en zonas planas, en cuyo caso es más sencillo y eficiente el uso de seguidores solares, como en zonas con desniveles y pendientes elevadas, en las que está especialmente indicado el uso de estructuras fijas. De hecho, IMEnergy ha instalado plantas con estructuras fijas en emplazamientos con pendientes del 40%.
5. Posibilidad de la integración del parque solar con el paisaje. Uno de los grandes objetivos de las energías renovables es la sostenibilidad. Por ello, es importante intentar preservar al máximo el enclave de la planta de producción energética intentando respetar el espacio lo máximo posible. La preservación del medio ambiente, la flora y fauna es una de las claves para poner freno al cambio climático, importante para España ya que es el país del continente europeo más vulnerable y las inundaciones provocadas por el deshielo podrían afectar a más de 300.000 personas debido a los casi 8.000 kilómetros de costa.