Los motores creados por BeGas, pioneros a escala internacional en la producción de propulsores Euro-VI Step D de autogás, permiten un ahorro económico en combustible de hasta un 36% en este tipo de vehículos
La descarbonización del sistema de transporte es uno de los pilares principales -junto con la digitalización y la creciente urbanización- de la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada que ha creado el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de cara a 2030, siguiendo las pautas establecidas por la Unión Europea.
Para llegar a alcanzar esta meta, el autogás se presenta como uno de los combustibles más idóneos para los vehículos de recogida de residuos urbanos dadas sus características de aplicación y coste. Se trata de una energía limpia que ya propulsa más de 27 millones de vehículos en el mundo y, desde 2014, es reconocida por la Comisión Europea como combustible alternativo para el transporte.
BeGas, consciente de esta oportunidad, emprendió hace tan solo cinco años, un ambicioso proyecto que, a día de hoy, sigue siendo único en Europa: la fabricación de motores 100% autogás con la homologación Euro-VI Step D, la más avanzada de la Unión Europea para equipos de combustión.
“Se trata de un combustible alternativo con un coste menor, que se suministra en estaciones de servicio y permite que, por ejemplo, una flota de recogida de residuos urbanos ahorre hasta un 36% en gastos de combustible”, apunta Pedro Silva, CEO de BeGas.
Estas características hacen del autogás el mejor aliado de las administraciones locales para avanzar hacia las cero emisiones, potenciando el uso de energías alternativas menos contaminantes que, al mismo tiempo, permiten eficiencia energética y económica en el gasto público.
Gracias a la incorporación del autogás en los vehículos de residuos urbanos, compañías y corporaciones locales pueden sumarse a la transición energética gracias al repower o remotorización de modelos diésel. Una modalidad que ofrece BeGas a fin de que “las compañías municipales y ayuntamientos que no pueden soportar ahora mismo el coste de una sustitución total de la flota puedan avanzar hacia un transporte mucho más sostenible y responsable que no sólo reducirá las emisiones contaminantes, sino que mejorará la calidad del aire de las ciudades”, apunta Silva.
Este servicio es aplicable en vehículos pesados diésel de entre tres y diez años de antigüedad, favoreciendo así, la reutilización de vehículos que aún pueden alargar su vida útil.
Junto al ahorro que supone la instalación de motores de autogás en los vehículos de recogida de residuos urbanos, el rendimiento es otro de sus puntos clave. La propulsión del autogás en fase líquida no penaliza las prestaciones del motor de este tipo de vehículos y permite el control del combustible desde el depósito a la punta del inyector.
De este modo, BeGas pone a disposición de los ayuntamientos una solución en línea con sus planes de movilidad sostenible donde no solo se contempla la sostenibilidad medioambiental a través del uso de una energía limpia, sino también la más económica y eficiente en el coste, favoreciendo la economía circular.
Además, por sus características y prestaciones, el BeGas AVG puede instalarse en camiones y autobuses urbanos, obteniendo así el distintivo ambiental Eco-DGT, con los beneficios que este distintivo lleva aparejados a la hora de acceder a las zonas de bajas emisiones, cada vez más habituales en el centro de las ciudades.