Ramells Ramoneda reflexiona sobre si es posible combatir el paro con una jornada de 4 días

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Ramells Ramoneda reflexiona sobre si es posible combatir el paro con una jornada de 4 días

Los profesionales del despacho Ramells Ramoneda resumen los aspectos más importantes de realizar la misma cantidad de trabajo en menos tiempo y seguir garantizando la rentabilidad de las jornadas laborales

Desde hace un tiempo hasta ahora, los rumores planean sobre la posibilidad de que el Gobierno se está planteado implantar la jornada de 4 días, a petición de los principales sindicatos con tal de conseguir frenar la escalada de paro producido por la pandemia del covid-19. Según los analistas, en el corto plazo podría conseguir frenar en España los cambios estructurales en sectores que han sufrido un mayor golpe, como es el caso de la automoción o el sector de la hostelería.

Según las valoraciones recogidas por las principales asociaciones, los trabajadores de ciertos sectores y ciertas industrias podrían mantener su puesto de trabajo con una jordana laboral de 4 días en lugar de realizar EREs (Expedientes de regulación de empleo) para iniciar un proceso de despidos masivos.

Pero para poder comprender en mayor medida las bases en las que se impulsa iniciativa, desde el despacho de asesores y consultores Ramells Ramoneda de Barcelona, han realizado un análisis de los puntos más positivos que conseguiría la aplicación de esta medida a partir de experiencias internacionales en las que ya se encuentra en aplicación.

Aumento de la productividad

Poniendo en antecedentes, desde el despacho de asesores señalan cómo empresas de renombre como Bosch o ZF han llegado a acuerdos para disminuir la jornada laboral en días o horas en sus trabajadores, pero existen empresas que ya llevan tiempo teniendo una jornada de 4 días laborales, como es caso de la empresa de asesoramiento financiero Perpetual Guardian de Nueva Zelanda.

La empresa neozelandesa realizó un estudio de prueba de una semana laboral de 4 días. Los empleados no sólo mantuvieron el mismo nivel de productividad, sino que también mostraron mejoras en la satisfacción laboral, el trabajo en equipo, el equilibrio entre trabajo y vida privada y la lealtad a la empresa. Los empleados también experimentaron menos estrés, con una disminución del 45% al 38%.

Un lugar de trabajo más igualitario

Los estudios sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres realizados por la Oficina de Igualdad del Gobierno de Reino Unido muestran que, aproximadamente dos millones de británicos, no tienen empleo debido a sus responsabilidades en el cuidado de los hijos, de los que el 89% son mujeres. Una semana laboral de 4 días fomentaría la igualdad en el lugar de trabajo, ya que los empleados podrían pasar más tiempo con sus familias y compaginar mejor los compromisos de cuidado y trabajo.

Mayor compromiso de los empleados

Una semana de 4 días puede contribuir a que los empleados se sientan más felices y se comprometan más con sus trabajos. Es menos probable que los empleados se estresen o se den de baja por enfermedad, ya que tienen mucho tiempo para descansar y recuperarse. Como resultado, vuelven al trabajo sintiéndose preparados para asumir nuevos retos.

De 2015 a 2017, Suecia realizó un estudio de prueba con una semana laboral más corta, donde las enfermeras de un centro asistencial trabajaban sólo 6 horas, cinco días a la semana. Los resultados fueron en muy positivos, ya que las enfermeras registraron menos bajas por indisposición, informaron de una mejoría en su salud y bienestar mental y organizaron un 85% más de actividades para los pacientes a su cargo.

Menos huella de carbono

Los países con jornadas laborales más cortas suelen tener una menor huella de carbono, por lo que reducir la semana laboral de 5 a 4 días podría tener también un beneficio medioambiental. Acortar la semana laboral significa que los empleados no tienen que desplazarse tanto y que los grandes edificios de oficinas sólo se utilizan cuatro días a la semana.

Un ensayo llevado a cabo por el estado de Utah para los empleados del gobierno de Estados Unidos mostró un impacto ecológico significativo al reducir la semana laboral media de cinco a cuatro días utilizando un horario de trabajo comprimido. Durante los primeros diez meses, el proyecto ahorró más de 1,8 millones de dólares en costes de energía y una reducción de al menos 6.000 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al cerrar los viernes. Si se incluyen también los desplazamientos de los empleados, Utah calcula que podría ahorrar 12.000 toneladas de CO2, el equivalente a retirar 2.300 coches de la carretera durante un año, ¡simplemente trabajando un día menos a la semana!

Pero no todos los sectores en España podrían implantar la jornada laboral de 4 días, ya que en la industria se suele pagar por horas y si se dejan de cobrar 8 horas a la semana, habrá familias que no lleguen al final de mes. La decisión de realizar una jornada laboral de 4 días depende de la situación del trabajador si se lo puede permitir. O aquel trabajador que no quiera la jornada laboral de lunes a jueves, si no tomarse el festivo un día entre la semana que no sea ni lunes ni viernes.

Cada trabajador tiene un estilo de vida diferente y, por tanto, desde Ramells Ramoneda plantean la siguiente pregunta: Si cada trabajador puede necesitar diferentes días libres, ¿se deben tener en cuenta estos condicionantes si permiten que el trabajador sea más productivo en el futuro?

Con un período laboral que desafía las formas tradicionales de operar para todo tipo de empresas. Nadie podía predecir que millones de personas trabajarían desde casa, al igual que pocos predicen que la semana laboral de 5 días será pronto cosa del pasado.

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