Según Stock Musical, empresa especializada en instrumentos musicales, cada vez es más común ver a niños estudiar y aprender a tocar la guitarra clásica o flamenca
En la etapa de la niñez tocar instrumentos musicales puede fomentar la creatividad y la concentración, se trata de una fase donde se empiezan a desarrollar habilidades y se tiene una mentalidad más creativa y más facilidad para aprender.
Son muchos los beneficios que tiene escuchar música, el cerebro libera dopamina asociado con el placer, baja la ansiedad y puede incluso mejorar el humor. Pero, tocar un instrumento produce mucho más, no solo se está escuchando música, sino que a su vez se interpreta una melodía que pone en acción mente y cuerpo. Cuando se toca un instrumento, las áreas que se involucran en el cerebro son muchos más a que cuando solo se escucha la música.
Se conoce que los niños de entre cuatro y seis años que toman clases musicales tienen un desarrollo cerebral más avanzado que otros niños de la misma edad que no han tomado clases. Además, no solo trae beneficios en el ámbito musical, sino que desarrollan habilidades como la alfabetización, la capacidad de representar y el cociente intelectual. Los niños se sienten más atraídos ya que ven las clases como una sesión de juegos con música y movimiento y no algo obligatorio. A partir de los ocho años el niño ya dispone de madurez física e intelectual por tanto es la edad más adecuada para que aprendan a tocar la guitarra. En empresas como Stock Musical, tienda dedicada a la venta y a la distribución de instrumentos musicales ponen al alcance guitarras que pueden servir a este público, ofreciendo guitarras clásicas y flamencas para niños de tres a diez años que se adaptan perfectamente a ellos.
En resumen, se puede decir que aprender a tocar la guitarra clásica desde pequeño trae consigo unos cuantos beneficios:
- Salir del entorno social. Como una actividad extraescolar, los niños conocerán a otras personas con gustos similares y afines.
- La manera de aprender es jugando. Aprender a tocar la guitarra mientras juegan es la mejor manera de hacer una clase dinámica y divertida. El aprendizaje se hace mucho más ameno y los conocimientos se pueden asimilar mejor de esta forma.
- Mejora la concentración. La concentración es probablemente, de las primeras habilidades que los niños aprenden cuando comienzan a tocar la guitarra, ya que este ejercicio requiere del esfuerzo constante para realizar una acción.
- La música para muchos pueden ser su forma de expresarse y en ocasiones puede mejorar la autoestima del pequeño ya que no solo se aprende a tocar el instrumento, sino que tiene que actuar delante de un público lo que requerirá confianza en uno mismo y esto puede llevar a una autoestima más elevado.
Tocar una guitarra despierta la inteligencia y desarrolla capacidades cognitivas, las clases pueden suponer un aprendizaje de paciencia y compromiso para el niño. En Stock Musical, se puede descubrir un gran mundo de instrumentos y especialmente guitarras clásicas y flamencas en donde disponen de modelos tanto para niveles de iniciación, medio o profesionales.