La tecnología de voz contribuye a aumentar la velocidad y la precisión en áreas como el proceso de recogida y envío de artículos, reduciendo los errores en los productos seleccionados
La frase “el tiempo es dinero” nunca había sido más relevante en el mundo del comercio electrónico que en los tiempos actuales y, en particular, en la logística del comercio electrónico. Según datos de Signifyd, las ventas de comercio electrónico en Europa durante la semana del 21 de junio fueron un 35% más altas que en la primera semana de marzo, fecha de referencia pre pandemia. Este auge es a la vez una oportunidad y una presión adicional para quienes administran almacenes y envíos, y la tecnología de voz se perfila como una pieza clave para mejorar su eficiencia.
Antes de la Covid-19, se preveía que para el año 2024 el comercio electrónico europeo habría incrementado en 500 mil millones de euros, sin embargo la pandemia ha acelerado aún más este crecimiento. Estos datos son muy positivos para los negocios minoristas y las empresas de logística, pero este incremento del negocio también aumenta la carga de trabajo en los almacenes y los envíos.
En este contexto, la tecnología de voz tiene claros beneficios en cuanto a la velocidad y precisión, acelerando el proceso de recogida y envío de artículos y minimizando los errores de los productos seleccionados. De hecho, la mayoría de centros de distribución tiene un área de clasificación donde se envían los pedidos incorrectos para su modificación. Corregir estos errores puede llevar mucho tiempo y ser costoso, por lo tanto cuantos más pedidos se envíen correctamente la primera vez, más eficiente será el negocio.
No es de extrañar, entonces, que incluso antes de la pandemia, el 65% de directivos de este área estaba considerando soluciones de selección de voz automatizada para su negocio.
La tecnología de voz es una solución muy común para almacenes y centros de distribución, donde se utiliza el sistema voice picking: repartidores usan auriculares conectados a un dispositivo informático móvil que ejecuta una aplicación de voz que les dice a dónde ir y qué hacer. El dispositivo móvil a menudo cuenta con un escáner de código de barras integrado o los repartidores utilizan un guante o anillo de escaneo inteligente para escanear artículos. Una vez completada la tarea, el selector puede responder o confirmar a la aplicación a través de un micrófono y tecnología de reconocimiento de voz.