Una nueva jornada en la que han participado Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagás, Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra y Enrique Ramírez, director general de PLADUR®.
“La formación debe incluir los aspectos tecnológicos para lograr una recuperación económica sostenible a largo plazo”, Mariano Ventosa, vicerrector de Investigación e Internacionalización de la Universidad Pontificia Comillas y codirector de la Cátedra de Industria Conectada.
En las imágenes adjuntas de izqda. a dcha.: Enrique Ramírez, director general de PLADUR®, Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagás y Bernardo Villazán, codirector de la Cátedra de Industria Conectada de Comillas ICAI.
La Cátedra de Industria Conectada de Comillas ICAI (CIC) ha celebrado la tercera jornada del ciclo “La persona en el centro”. Una jornada en la que las tres organizaciones patrono de la CIC: Enagás, Indra y Pladur, han compartido su experiencia tras la irrupción del coronavirus, analizando el papel de la tecnología y la digitalización en el contexto actual, y la transformación digital como palanca de recuperación.
En su intervención, Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagás, ha expuesto el caso concreto de Enagás, destacando el impulso que durante la pandemia dieron al área de digitalización. Precisamente sobre este tema ha querido recalcar que, en toda compañía, se debe llevar a cabo esa transformación digital situando a la persona en el centro buscando “su mayor beneficio, involucrándola desde el principio, trabajando en estructuras ágiles y haciendo partícipe al empleado en las soluciones”. En definitiva, se trata de “mejorar y conocer la experiencia que tiene el empleado en la compañía “, por eso, el proceso de transformación "debe ser de abajo a arriba, desde los propios empleados". En cuanto al proceso de recuperación ha destacado el papel de los gases renovables y cómo ayudarán a "salir de esta crisis industrializando el país y creando empleo". En este sentido, Marcelino Oreja, ha dejado claro que son “las grandes compañías las que tenemos que dar un paso al frente y apoyar a nuestros profesionales y el entorno en el que operamos".
Por su parte, Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, ha subrayado el valor de la tecnología y la digitalización para aumentar la productividad y competitividad de compañías e industrias, en un momento de gran dificultad para el tejido empresarial español a causa de la Covid-19 y de limitaciones para la actividad económica. Para Abril-Martorell es clave comenzar a adoptar medidas a largo plazo, siendo su apuesta la de impulsar la reindustrialización de España a través de una política industrial nacional con el mayor apoyo y consenso posible. En este sentido, ha afirmado que la tecnología “nos da la oportunidad de volver a replantearnos un modelo industrial en el que España puede tener grandes activos y puede aprovechar la oportunidad para recuperar y relocalizar su actividad industrial”. Una actividad que genera más valor añadido y empleo de mayor calidad.
Para el máximo responsable de Indra, si bien es obvio que la Covid-19 ha acelerado la digitalización, los grandes retos de la era posterior al virus no van a ser tanto tecnológicos como fundamentalmente humanos, sociales o filosóficos. "Sorprende que alguien piense que podemos salir de la situación actual de España sin toneladas de esfuerzos y sacrificios" ha dicho.
Posteriormente, Enrique Ramírez, director general de PLADUR®, ha señalado que el mayor reto de la transformación digital es la resistencia al cambio, y como ha demostrado la crisis de la Covid-19 en la vida y en la empresa “o cambias o te cambian”. En este sentido ha querido destacar, una vez más, la importancia de poner a la persona en el centro del proceso de transformación digital, porque hay aspectos que las máquinas no pueden aportar como “los sentimientos y la capacidad de creatividad”. Como ha comentado, la transformación digital es una oportunidad para las personas “porque mejora la productividad, genera conocimiento y perfiles profesionales cada vez más capaces”, y supondrá un crecimiento económico, que “nos traerá bienestar social”.
Cátedra de Industria Conectada
En el año 2017, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (Comillas ICAI) de la Universidad Pontificia Comillas, con la colaboración de diez empresas relevantes industriales y tecnológicas, creó la Cátedra de Industria Conectada con el propósito de aprovechar las oportunidades que brinda la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por el uso intensivo de las nuevas tecnologías digitales, y facilitar la transformación digital.