El jardín vertical es la solución que da a cada uno de sus espacios un toque verde, asegurando el bienestar y la frescura. Es una elección elegante tanto para los interiores como para los exteriores de una vivienda, chalets u oficina: simple, respetuoso con el medio ambiente y funcional
Una idea verde como solución para los espacios exteriores e interiores. Los jardines verticales es una idea original para hacer que todos los espacios sean únicos.
El uso de un jardín vertical ayuda a hacer las habitaciones más acogedoras, mejorando la experiencia de los huéspedes de una casa, lugares públicos, empresas, además muchas personas se preguntan si se puede crear un jardín vertical para restaurantes.
Los elementos naturales, además de embellecer los espacios, pueden dar ese toque de frescura y bienestar al entorno, gracias a la capacidad innata de purificar el aire circundante, es importante conocer todo acerca de los jardines verticales y saber todos los beneficios.
Con las plantas es posible aislar y dividir zonas y espacios de forma natural.
Para poner en práctica la solución del mobiliario verde, es necesario proporcionar un muro en el que instalar estos jardines verticales, una rejilla de recogida de agua en la base del muro y un marco de acabado perimetral.
El conocimiento de cómo se estructuran los jardines verticales es fundamental para elegir las esencias adecuadas según la exposición al sol, el viento y la temperatura.
Cuando el crecimiento se complete, el efecto que se recreará es un conjunto armonioso y elegante de volúmenes, formas y colores.
¿Qué se puede tener un jardín?
Bueno, lo imposible se hace posible ya que este tipo de jardín es ideal para optimizar los espacios. De hecho, tiene la característica de ocupar poco espacio y esto lo convierte en una solución de mobiliario verdaderamente funcional y práctica.
Los sistemas automáticos de riego y fertilización garantizan bajos costes de mantenimiento y una constante vigilancia fitosanitaria con la posibilidad de sustituirlos en cualquier momento con extrema facilidad.
Jardín vertical: Reducción de la contaminación acústica y calidad superior del aire
Los jardines verticales son un elemento arquitectónico que enriquece el mobiliario y la salubridad de los espacios dando confort tanto al cuerpo como al espíritu.
Este tipo de jardín es, de hecho:
Un filtro de aire natural: así como una barrera protectora verde contra el calor del verano y los ruidos molestos. Todo esto permite una mejora considerable del aislamiento térmico y el consiguiente ahorro de energía.
Además del efecto estético, que sin duda tiene una importancia fundamental, hay que evaluar las ventajas de la creación de un jardín vertical:
En primer lugar, la mejora del aislamiento térmico y el consiguiente ahorro de energía. Los jardines verticales, creados tanto para el exterior como para el interior, evitan la luz directa del sol en la pared, evitando el sobrecalentamiento y la propagación del calor en el interior.
Por lo tanto, durante los períodos de verano, cuando las temperaturas internas de las viviendas experimentan un aumento mayor debido al efecto del sobrecalentamiento de los muros, será posible reducir significativamente el consumo de energía y de los sistemas de aire acondicionado, aprovechando las características innatas del jardín vertical.
Además, las plantas que componen el jardín de pared contribuyen a mejorar la calidad del aire dentro de las estructuras, actuando como filtros naturales.
De hecho, gracias al proceso de fotosíntesis, las plantas absorben sustancias tóxicas y reducen la presencia de polvo fino.
Esta característica es especialmente importante para las estructuras que surgen en entornos urbanos y que podrían verse afectadas por la contaminación externa.
Otra ventaja a considerar es la reducción de la contaminación acústica. Con el jardín vertical se puede, de hecho, reducir el ruido, disminuyendo de forma natural el reflejo del sonido en los ambientes interiores.
En lo que respecta al mantenimiento y la conservación, el uso de sistemas de riego y fertilización automáticos garantiza unos bajos costes de mantenimiento, así como la posibilidad de tener siempre un cuadro completo del estado de salud de cada una de las plantas.
La estructura básica, finalmente, permite que las plantas sean fácilmente removidas y reemplazadas en caso de sufrimiento pueden ser fácilmente removidas y restauradas.
Por último, pero no menos importante, gracias a esta técnica innovadora, se limita el impacto ambiental de los edificios, el jardín vertical tiene la ventaja de ocupar poco espacio y por lo tanto se puede tener un jardín, incluso donde no es posible.