Maribel Martínez, paciente intervenida por incontinencia urinaria se muestra encantada 18 días después de haberle colocado la malla quirúrgica mediante cirugía mínimamente invasiva; "puedo correr, toser, revolcarme en el suelo con el nieto y ya no se escapa nada", asegura. "Sería raro que la paciente tuviera que volver para realizar una segunda intervención por malos resultados, se trataría de uno de los pocos casos que ocurren", constata Josean Rodríguez, urólogo de Policlínica Gipuzkoa
“Llevaba entre 15 y 20 años con incontinencia urinaria de esfuerzo y me ocasionaba pérdidas de orina al correr, toser o estornudar”. Así comienza Maribel Martínez su testimonio. Ella es una paciente de 70 años, y ha sido intervenida mediante una técnica de cirugía mínimamente invasiva en Policlínica Gipuzkoa, “con las ventajas que esta cirugía conlleva; menos dolor, estancia más corta en el hospital y menos complicaciones postoperatorias”, expone su médico, el urólogo Josean Rodríguez.
Según la Organización Médica Colegial, la incontinencia urinaria es un problema que afecta a 6,5 millones de personas en España, estimándose una afectación del 25-45% en mujeres mayores de 20 años de edad. “Pero también hay un número importante de hombres que lo sufren en silencio y es importante que sepan que hoy contamos con tratamientos muy eficaces tanto para mujeres como para hombres, lo mismo mediante medicamentos, como con técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas cuando el medicamento no es suficiente, que realmente le cambian la vida para mejor al paciente”, aclara el urólogo guipuzcoano Josean Rodríguez.
Estas incontinencias se manifiestan como escapes de orina, que obligan muchas veces a llevar compresas, protectores o incluso pañales. “Todo esto hoy en día es evitable”, afirma Josean Rodríguez, urólogo especialista en tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria en Policlínica Gipuzkoa, que explica que “es muy importante diferenciar qué tipo de incontinencia estamos tratando: Si es de urgencia, el tratamiento básicamente se reduce a los fármacos; un tratamiento médico, por ser debido a un exceso de actividad del músculo de la vejiga. Sin embargo, si es una incontinencia con esfuerzos, por ejemplo escapes de orina al realizar ejercicio físico, se trata de una incontinencia por fallo esfinteriano y el tratamiento es quirúrgico”, afirma.
En palabras de Josean Rodríguez, “hoy en día, gracias a las mallas o tejidos de suspensión uretrales, la complejidad de la cirugía se ha simplificado mucho e incluso se puede realizar con cirugía menor ambulatoria, o como mucho, para comodidad de la paciente, con un solo día de ingreso”, asegura el urólogo. En el caso de las mujeres, añade “es una cirugía mínima, con una incisión vaginal y dos inguinales mínimas que hace que la recuperación sea mejor y más rápida. Sería raro que la paciente tuviera que volver para colocar una segunda red. Se trataría de uno de los pocos casos que ocurren", concluye. Añadiendo que también hay técnicas muy seguras para los hombres.