"El rebrote del número de contagiados por coronavirus, las consecuentes nuevas restricciones al desarrollo normal de la actividad y la expiración del plazo por el cual se prohibió despedir a los beneficiados por ERTE, confluyen en anticipar que las cifras del mercado de trabajo tenderán a empeorar en el último trimestre del año"
Acaban de darse a conocer los datos de la última Encuesta de Población Activa, correspondientes al tercer trimestre de 2020, que realiza el Instituto Nacional de Estadística, y que abarca casi por completo la temporada de verano. Son 697.400 ocupados menos que un año antes (-3,5%). Eso significa haber reducido significativamente la caída interanual de empleo, que en el trimestre anterior fue de 1,2 millones (-6%). Eso se explica
Para Javier Blasco, director del Adecco Group Institute: “en un trimestre que recoge lo mejor y lo peor de la pandemia, crece levemente la ocupación respecto del trimestre anterior pero también el desempleo. La desescalada inicial agota anticipadamente sus efectos positivos en el empleo a lo largo del trimestre, fruto de los rebrotes y su extensión a todas las CC.AA. y países”.
“El rebrote del número de contagiados por coronavirus, las consecuentes nuevas restricciones al desarrollo normal de la actividad y la expiración del plazo por el cual se prohibió despedir a los beneficiados por ERTE, confluyen en anticipar que las cifras del mercado de trabajo tenderán a empeorar en el último trimestre del año. Así, en el cuarto trimestre de 2020, el número de ocupados bajaría en 842.100 personas con relación a un año antes (-4,2% interanual), quedando en 19,1 millones de trabajadores. La cantidad de parados subiría hasta 3,9 millones (unos 710.000 más que un año antes; +22,3%). La tasa de paro se situaría en un 17%, 3,2 puntos porcentuales por encima del mismo trimestre de 2019, en lo que sería el registro más alto desde junio de 2017”, avanza Blasco.
“Siendo aún incierto, por el inicio de los confinamientos, el devenir del cuarto trimestre se hace necesario un amplio consenso para tomar medidas que ayuden a superar la difícil situación de empleo y economía, el drama social en definitiva al que asistimos”, asegura Blasco.
Por último, el director del Adecco Group Institute insiste en que: “todos los esfuerzos deben centrarse en mantener y recuperar la economía productiva. Favorecer que las empresas y empleadores sobrevivan y puedan reiniciar su actividad tan pronto como sea posible es vital para mantener el capital organizativo y el empleo necesarios en la recuperación. De la capacidad productiva dependerán la inversión y el empleo, y de éste depende el consumo y las aportaciones para sostener los presupuestos públicos que permitan abordar con garantías las necesidades sanitarias y sociales actuales y futuras”.
En el mismo sentido Blasco añade que “hay que impulsar políticas activas de empleo y aquellas que flexibilicen el mercado laboral y favorezcan la contratación, un diálogo social y negociación colectiva que ayuden hacia esta flexibilidad como garantía del empleo, minimizar impuestos y cotizaciones sobre empleadores, empresas y autónomos. Potenciar la formación y recualificación de las personas trabajadoras, en especial de los colectivos más vulnerables como son jóvenes, parados de larga de duración, mayores de 55, mujeres y personas con capacidades distintas”.
Datos más destacados
Como ya ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística, el número de parados registrados es de 3.722.000 a finales de septiembre, el mayor número desde marzo de 2018 (subida interanual de 580.500 personas; +15,8%). Es la mayor subida porcentual del paro desde septiembre de 2012. Por segundo trimestre consecutivo, aumentó el número de parados, lo que no ocurría desde 2013.
La subida del paro se concentró entre los menores de 40 años y fue mayor en el caso masculino que en el femenino. Pese a la caída generalizada en la ocupación, el número de parados solo subió en once autonomías, con Baleares mostrando la subida mayor (+75,9% interanual).
La tasa de paro subió hasta el 16,3%, 2,3 puntos porcentuales más alta que hace un año. La proporción de parados subió para ambos sexos y más fuertemente entre los menores de 40 años. La tasa de paro creció en todas las autonomías, excepto en Asturias. Las tasas más altas corresponden a Canarias (25%) y Andalucía (23,8%), mientras que las más reducidas son las de Navarra (10%) y País Vasco (10,3%).
En términos interanuales, la caída del empleo fue generalizada: cayó para ambos sexos, tanto para españoles como para inmigrantes. También bajó el número de ocupados en los cuatro principales sectores económicos: Industria, Servicios, Agricultura y ganadería y Construcción. Desagregando la información se encuentra que en la Hostelería la ocupación disminuyó un 19,3%, en tanto que aumentó el empleo en tres ramas: Salud y servicios sociales, Administración Pública e Información y comunicaciones.
La reducción del empleo, siempre en términos interanuales, afectó tanto a los autónomos como a los asalariados, aunque en una medida mucho mayor a los temporales (-13%) que a los indefinidos (-0,8%).
Hay dos colectivos que vieron crecer el empleo: uno es el de las personas de 60 y más años de edad (+9,4%); el otro, el de quienes cuentan con educación terciaria (+0,4%).
El empleo se redujo en todas las autonomías, excepto en la Región de Murcia (+0,1%). Canarias (-8,1%), Baleares (-7,4%) y Aragón (-4,7%) registraron los descensos más marcados.