Según los doctores Jan Tesarik y Raquel Mendoza-Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada, es necesario corregir mediante tratamientos ad hoc estas anomalías antes de empezar el tratamiento ICSI
La morfología de los espermatozoides se deteriora con la edad, reduciendo su fertilidad y, cada vez más, este deterioro afecta a más hombres de cualquier edad, según un estudio realizado por un equipo de investigadores italianos, evaluando resultados de ICSI de 1.332 pacientes, e implicando 4.507 óvulos fecundados por la ICSI.
Esta observación no es nueva. En 2005, el doctor Jan Tesarik -entonces el director del Laboratorio de Espermiología del Hospital Americano de Paris-, publicó el primer trabajo en el que se indicaba que fecundación de los óvulos por la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) no solucionaba por completo los problemas del desarrollo embrionario cuando los espermatozoides son de baja calidad.
Aunque la técnica de ICSI permite alcanzar la fecundación en casos en los que no sería posible de manera natural o mediante fecundación in vitro convencional, los resultados, tanto biológicos (la fecundación y el desarrollo de los embriones in vitro), como clínicos (implantación de los embriones en el útero, el desarrollo posterior del embarazo, y la tasa de nacimiento) dependen de calidad morfológica de los espermatozoides, incluso cuando se llega a encontrar espermatozoides morfológicamente normales para inyectar en los óvulos.
Según los doctores Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada y coordinadores de varios estudios sobre los factores paternos en la reproducción asistida, el aspecto más importante del estudio italiano, es que el problema paterno se refleja en la calidad de los embriones y su capacidad de dar origen al nacimiento de niños sanos y no se resuelve por una simple selección de espermatozoides morfológicamente normales. “Los espermatozoides morfológicamente normales -comentan-, provenientes de hombres con una abrumadora prevalencia de espermatozoides anormales, no tienen la misma calidad que los espermatozoides de la misma morfología provenientes de hombres sin problemas. Los mismos factores que causan las anomalías de los espermatozoides actúan sobre el conjunto de todos los espermatozoides y, de esta manera, incluso aquellos espermatozoides que parecen normales están ya “tocados” y algunas de sus funciones pueden estar perturbadas”.
Las tres funciones esenciales de los espermatozoides
A pesar de lo que mucha gente cree, los espermatozoides no sirven solo para transportar la información genética (ADN) paterna al interior de los óvulos, completando así el la información genética materna y creando una nueva combinación: la información genética del futuro niño. Esta función es imprescindible, pero por sí misma insuficiente para generar embriones viables. A parte de ella, los espermatozoides ejercen 2 más funciones esenciales para el desarrollo embrionario y fetal normal:
Activación del crecimiento del embrión
Esta función es completamente independiente del ADN de los espermatozoides y reside en una molécula de enzima extranuclear (fosfolipasa C zeta). Un óvulo es una célula “durmiente”, y para despertarla, la simple entrada del ADN paterno no es suficiente. La ausencia total de la enzima fosfolipasa C zeta provoca un fallo total de la fecundación, y su relativa insuficiencia, aunque compatible con la fecundación, es responsable de anomalías graves del desarrollo embrionario.
Regulación de las divisiones celulares durante el desarrollo embrionario
Las divisiones celulares, necesarias para el crecimiento del embrión, están dependientes de un componente aportado por el espermatozoide, el centriolo, que sirve de base para la formación del aparato responsable de regular la división correcta de cromosomas durante toda la vida del futuro embrión, feto y niño. El centriolo está ausente en los óvulos, por lo cual el centriolo, proveniente del espermatozoide fecundante, tiene una función imprescindible para todo el desarrollo posterior.
¿Cómo actuar?
Según los doctores Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik, la ICSI por sí misma, aunque ayude, no soluciona a todos los problemas provenientes de la calidad de los espermatozoides. La simple selección de los espermatozoides aparentemente “normales” durante la ICSI no resuelve el problema por completo. “En la clínica MARGen hemos desarrollado diferentes protocolos que permiten ofrecer una solución personalizada de cada caso, con tratamientos ad hoc a los hombres afectados antes de empezar la preparación de la pareja para la ICSI. Nuestros resultados demuestran que ésta es la única vía para reducir al mínimo el efecto paterno adverso sobre los resultados de ICSI y reducir el número de tentativas necesarias para alcanzar el nacimiento de un niño".