Álvaro Sáez, abogado fiscalista: "Es como si la bola de cristal que se encargaba de decirnos hacia donde caminaba la situación económica se hubiera roto en mil pedazos y sin ella no podemos ni sabemos salir de la crisis"
El viernes 1 de agosto, el INE—Instituto Nacional de Estadística— hizo públicas las cifras sobre Contabilidad Nacional del segundo trimestre del año con una caída del PIB de un 18,5% respecto al trimestre anterior.
Según los datos sobre incertidumbre económica de Policyuncertainty —Desarrolladores de índices de confianza sobre política económica para países de todo el mundo— el índice se ha disparado desde el mes de marzo alcanzando cifras tanto en Europa como en EE.UU. inauditas hasta la fecha. Según las mismas la pandemia de COVID-19 ha creado una enorme incertidumbre que consideran más grande que la asociada con la crisis financiera de 2008-09 y más similar en magnitud a la de la Gran Depresión de 1929-1933.
Álvaro Sáez, abogado fiscalista, afirma: "¿La consecuencia directa de todo esto? Que la gente no se la juega. Pone su dinero a buen recaudo y sencillamente espera a que pase lo peor de la tormenta para volver a lanzarlo al mercado. Esto implica que haya menos inversión y que la economía en general se estanque y se vuelva improductiva. Implica que el desempleo aumente y en consecuencia el consumo se retraiga. Si no tienes dinero o prevés que en un futuro puedes llegar a no tenerlo dejas de gastarlo y lo guardas bajo el colchón".
Según otro de los índices de incertidumbre económica en este caso el de IESE —Business School University of Navarra— un indicador que elabora este centro conjuntamente con el International Center for Decision Making —foro para la discusión de temas de interés para gerentes y tomadores de decisiones— dicha incertidumbre disminuyó 19 puntos en el mes de julio situándose en los 125 puntos, dentro de la escala 0 – 200 ya que, en sus propias palabras, conforme se van conociendo los efectos de la pandemia, aunque estos no sean halagüeños, se va moderando la incertidumbre económica en España.
Aún, así el índice se ha multiplicado por 3,6 veces en lo que va de año.
Álvaro Sáez, de SAEZ.LAW, dice: "El desconocimiento de la evolución de la pandemia y de cuándo tendremos la vacuna sumado a lo novedoso de la paralización económica hacen más difícil manejar esta recesión que ninguna de las anteriores. Los hogares españoles han empezado a contener sus gastos para aumentar su ahorro, un comportamiento muy normal en tiempos de crisis y sobre todo de alta incertidumbre económica".
En el libro No pagar Impuestos para ayudar a los demás, Álvaro Sáez habla de la importancia de que la economía funcione a todos los niveles, de la confianza y de cómo ayudar a los demás a no pagar impuestos puede ser vital para que la economía se reactive.
Álvaro Sáez, abogado fiscal, insiste: "La desaceleración de la economía española ha empeorado el optimismo de los consumidores, que han aumentado su ahorro como precaución en previsión de tiempo peores. El ahorro está muy vinculado a la confianza en la economía y ante una recesión de estas proporciones su aumento es bastante lógico. Es el momento de ver el ahorro como una ventaja, que proporcionará cierta calma a nuestra situación en el futuro".
Pero no todo son malas noticias y a los datos anteriores también hay que sumar los del banco estadounidense Goldman Sachs que en su estudio de previsiones calcula que el PIB mundial se recuperará un 6% en 2021 y hasta un 11% en 2022.
"En una situación de crisis mundial como la que vivimos en la que por defecto toda la economía se ha visto ralentizada también debemos de ser capaces de ver la luz al final del túnel y confiar, volver a confiar en su recuperación. Ser optimistas y ver la oportunidad que siempre aparece en cada dificultad y ser capaces de aprovecharla".