Se trata de un problema frecuente entre la ciudadanía que, muchas veces, se vive en silencio. Desde el COFG recuerdan que existen tratamientos para ello y subrayan la importancia de consultar al médico si la incontinencia urinaria afecta a la vida diaria de la persona
La incontinencia urinaria —pérdida del control de la vejiga— es un problema frecuente y que a menudo causa vergüenza. La intensidad abarca desde perder orina ocasionalmente cuando se tose o estornuda, hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no se llega al baño a tiempo. Para aconsejar a la ciudadanía e informar sobre los síntomas, factores de riesgo y tratamientos existentes, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG), ha editado un nuevo vídeoconsejo: https://youtu.be/gopnzP7lNTs
Si bien la incontinencia urinaria se da con mayor frecuencia a medida que las personas envejecen, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. “Si la incontinencia urinaria afecta tus actividades diarias debes consultar al médico. En la mayoría de las personas, algunos cambios sencillos en el estilo de vida o un tratamiento médico pueden aliviar la molestia o detener la incontinencia urinaria”, subraya Arantxa García Peinado, farmacéutica y vicepresidenta del COFG.
Según informa, la incontinencia urinaria no es una enfermedad, sino un síntoma. Puede estar causada por determinados hábitos diarios, enfermedades de fondo o problemas físicos, además, puede ser transitoria o persistente
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia urinaria se encuentran el sexo (las mujeres tienen más probabilidades de sufrir incontinencia de esfuerzo), edad (a medida que envejeces los músculos de la vejiga y la uretra pierden fuerza), el sobrepeso (ya que el exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga), realizar ejercicio de impacto como correr, o fumar.
Con respecto al tratamiento de la incontinencia urinaria desde el COFG recuerdan que depende del tipo de incontinencia, la gravedad y la causa de fondo. “Probablemente se necesite una combinación de tratamientos”. Entre ellos se encuentran: técnicas conductuales, ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico, algunos medicamentos y –en aquellos casos en los que el tratamiento no ha dado resultado-, diversos procedimientos quirúrgicos.
Prevención
La incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse. No obstante, para disminuir el riesgo, recuerda la vicepresidenta del COFG, puede resultar útil:
- Mantener un peso saludable.
- Practicar ejercicios del suelo pélvico.
- Evitar alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína, el alcohol y los alimentos ácidos
- Ingerir más fibra, que puede prevenir el estreñimiento, una causa de incontinencia urinaria.
- No fumar o buscar ayuda para dejar de fumar.
Arantxa García Peinado incide en que muchas veces las personas sienten vergüenza por el problema de control de vejiga e intentan afrontarlo por su cuenta, utilizando compresas absorbentes e, incluso, evitando salir de casa. “Deben saber que existen tratamientos efectivos para la incontinencia urinaria y que es importante consultar con el médico o el farmacéutico para recuperar una vida activa y con mayor confianza”, concluye.