Para el doctor Jan Tesarik, pionero en fertilidad y reproducción asistida y miembro del Comité Asesor de la Cumbre, el coronavirus es mucho más que un problema de salud pública, "sus efectos son de largo alcance y tienen un fuerte impacto en la economía global, en las industrias, en el deporte, el turismo, el ocio, los eventos … incluso y tiene implicaciones sociales, fisiológicas y raciales"
El próximo 1 de agosto se celebrará, por videoconferencia, una Cumbre Global Virtual sobre COVID-19 que reunirá durante nueve horas a especialistas mundiales de diferentes áreas de salud, responsables de políticas sanitarias y líderes empresariales con el objetivo de analizar la información contrastada sobre la pandemia y explorar planes de acción específicos para abordarla.
Para el doctor Jan Tesarik, pionero en fertilidad y reproducción asistida y miembro del Comité Asesor de la Cumbre, el coronavirus es mucho más que un problema de salud pública, “sus efectos son de largo alcance y tienen un fuerte impacto en la economía global, en las industrias, en el deporte, el turismo, el ocio, los eventos… incluso y tiene implicaciones sociales, psicológicas y raciales”. Una nueva realidad que según los organizadores requiere nuevas estrategias y sistemas que permitan tener respuestas eficaces ante la incertidumbre y los cambios radicales.
El evento abordará la complejidad de este virus global, subrayará los valores que son necesarios para vivir como comunidad global y ofrecerá estrategias concretas, soluciones y mejores prácticas sobre cómo mitigar los efectos de este problema y otros problemas globales y locales.
Salud reproductiva y su impacto socioeconómico
Además de participar en el diseño del programa de la Cumbre, el doctor Jan Tesarik, científico y director de la Clínica MARGen de Granada, abordará cuestiones relacionadas con la salud reproductiva que, según algunos indicios, se puede ver seriamente perturbada, directa e indirectamente, por el virus y por los medicamentos utilizados para su tratamiento. También analizará el impacto socioeconómico de la pandemia que excluirá a una parte importante de la población de la posibilidad de acceder a tratamientos de la infertilidad, lo que puede tener un efecto a largo plazo, disminuyendo la proporción de la población activa, creadora de la riqueza de los países, con respecto a la población no productiva, consumidora de esas riquezas.
“Es necesario convencer a los responsables políticos y a los líderes empresariales y financieros de que un cambio radical en las tendencias demográficas, como una disminución notable de la natalidad, tendrá un efecto nefasto sobre las economías mundiales” indica el científico granadino desarrollador de diferentes técnicas de fertilidad humana como la fecundación sin espermatozoides, utilizando espermátides o la transferencia de cromosomas entre óvulos humanos, conocida como “hijos de 3 padres”. También fue el principal promotor de la utilización de la hormona de crecimiento para mejorar la calidad de los óvulos de mujeres de más de 40 años de edad y aumentar la receptividad de su útero para los embriones. Desde el brote de la COVID-19, se ha volcado en la investigación de diferentes agentes terapéuticos contra esta enfermedad, con una especial atención a su toxicidad y a la protección de los pacientes tratados contra los daños irreversibles en su sistema reproductor. Es autor de más de 400 artículos publicados en revistas científicas internacionales y editor de varios libros, el último publicado hace 1 año, donde reunió a la mayoría de los médicos y científicos mundiales, pioneros de las técnicas claves de la reproducción asistida a lo largo de los últimos 40 años.