Muchos se hacen la siguiente pregunta: “¿Si voy a bañarme en el agua, para qué hacerme mi rutina facial?” o “¿No aporta mi crema solar todo lo que necesita ya la piel?”. Ante ambas preguntas, hay una frase aclaratoria y muy sencilla de comprender: “Debes hacer tu régimen habitual, porque vas a someter a tu piel a un estrés -, radiación, calor, sal, cloro, etc.- y necesita tener la hidratación y antioxidantes necesarios para que esté fuerte ante esta situación”, expresa Raquel González, directora de educación de Perricone MD. No obstante, las preguntas son muchas asociadas a este dilema veraniego, pero todas acaban en denominador común: todo cuidado que se le reste a la piel, puede tener sus consecuencias negativas.
¿Se van los productos aplicados con el agua?
Si y no. Es decir: si alguien se mete en el agua según se los acabes de aplicar, sí, pero esta circunstancia no es la habitual. Normalmente, se aplica en casa el tratamiento completo y, desde ese momento hasta el de introducirnos en el agua, puede -o debe- pasar al menos media hora. En ese tiempo, la piel ya habrá asimilado todos los principios activos y estará fuerte para afrontar la jornada de radiación, deshidratación y posibles ataques de agentes externos. “Aunque se pueda retirar algo de producto con el agua, si la piel ha tenido margen de absorberlo, estará mucho más fuerte y resistente ante sustancias que pueden dañarla o ante los rayos UV que pueden afectar al ADN del tejido.”, comenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
¿La crema solar no cubre el tratamiento de día?
Dependerá de qué crema solar. Si es un producto de tratamiento, sí, pero estos productos no son nunca aconsejables para la playa o la piscina. “En estas situaciones de alta y prolongada exposición, deberemos acudir a productos que sean, exclusivamente, escudo SPF, para que toda su finalidad esté focalizada en protegernos.”, comenta Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour.
En este sentido, cuando se vaya a ir a la playa se debe hacer la rutina habitual, incluyendo incluso una hidratante con SPF que pueda proteger en el trayecto a la playa. Luego ya, en ese momento, se deberá aplicar un producto exclusivo de pantalla solar, y reaplicar cada dos horas. ¿El motivo? Los filtros solares tienen una tiempo medio de vida óptima de 120 minutos.
Por último, aunque hay productos solares que añaden principios beneficiosos para la piel, lo más común es que se queden cortos en lo que a tratamiento se refiere, porque no están pensados para tratar la piel, sino para protegerla.
La clave para entenderlo: el estrés (de la piel)
Si la piel va a estar sometida a lo que los expertos denominan como estrés, lo mejor es aportarle todo aquello que pueda garantizar que esté fuerte. “Para que sea más resistente, siempre será positivo aplicar productos ricos en agentes hidratantes, como el ácido hialurónico o la urea, y activos antioxidantes como la astanxantina, las vitaminas C y E o los péptidos de cobre”. Concluye Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.