Con una historia que se remonta a 1870, la histórica bodega riojana ha elegido para la celebración de su 150 aniversario la recuperación de su icónica marca Viña Monty. La bodega lanza tres nuevos vinos Reserva bajo esta marca, así como las últimas botellas restantes de su premiada cosecha de Viña Monty Gran Reserva 1975, que han permanecido intactas y escondidas por casi cuarenta años en los botelleros subterráneos de la casa, apiladas a mano una a una y estrechamente vigiladas.
Fue precisamente este vino el que trajo tanto a Bodegas Montecillo como a la región Rioja, la aclamación de la crítica internacional y el amplio reconocimiento después de haber ganado Viña Monty Gran Reserva 1975 en una cata a ciegas que tuvo lugar en Ámsterdam en Septiembre de 1983 compitiendo con cuarenta vinos de Rioja y Burdeos con casas de prestigio como Château Leoville Las Cases, Château Brane Cantenac y Château La Tour du Pin Figeac. Sólo quedan disponibles apenas 120 botellas de esta mítica cosecha de 1975.
La bodega presenta además una colección de tres nuevos vinos Reserva que han visto la luz después de más de ocho años de investigación de viñedos, abarcando más de 800 parcelas repartidas por Rioja Alta y controladas por el departamento técnico de Montecillo que encabeza Mercedes García Rupérez. La enóloga de la bodega ha seleccionado seis parcelas excepcionales que se estudiado durante años y se han vinificado por separado intentando mantenerse fiel al estilo y filosofía de vinificación del nieto del fundador, José Luis Navajas.
La selección de García Rupérez para estos vinos consiste en dos parcelas de Graciano, una situada en Cenicero, Rioja Alta -mayoritaria en este vino- y la otra en Rioja Oriental en altitudes de 440m y 360m respectivamente; dos parcelas de Garnacha, una en Huércanos y otra en Arenzana -90% del copupage- a (520 m y 350 m respectivamente; una parcela de Viura de viñas viejas de 85 años en Sotés a 650 m, y finalmente una parcela en Rioja Alta con viñas más jóvenes de Tempranillo Blanco.
Para el relanzamiento, el diseño de la etiqueta y tipo de botella borgoña replican los primeros vinos Viña Monty. Su identidad remite a los cimientos, en donde el distintivo color verde menta asociado a la marca, bodega y la familia Navajas cobra protagonismo. De esta forma se ha recuperado el tradicional tono que esta marca vino vistió durante una época dorada, respetando su personalidad, elegancia y autenticidad. La colección ha recibido los halagos de los principales prescriptores y catadores del mundo: 90, 91 y 92 puntos en el último Reporte Rioja 2020 de Tim Atkin MW para Viura, Garnacha y Graciano respectivamente; 92 puntos de James Suckling a toda la colección; 92, 92 y 91 puntos para Viura, Garnacha y Graciano respectivamente en El Anuario de Vinos El País 2020, 3 Medallas de Oro en Mundus Vini y 2 Medallas de Plata para Graciano y Garnacha en el XVII Concurso Internacional Bacchus 2020.