Jose Luis Casero, consejero independiente, socio de Humanos en la Oficina y presidente de Grupo Tempo Comunicación, enumera los aspectos que una empresa debería tener en cuenta el la reorganización ante la nueva "realidad" que se está viviendo
"Una situación económica y social muy complicada". Así configura el panorama Jose Luis Casero, que ademas de Presidente de ARHOE, es consejero independiente y socio de diferentes empresas como grupotempocomunicacion y humanos en la oficina
¿Cual es el punto de partida?. Se avanza en fases en el desconfinamiento, con el miedo en el cuerpo con incertidumbre laboral, … en definitiva, nunca se había vivido una situación así ni tampoco se imaginaba.
Desde un punto de vista económico, el marco base previsible sea la contracción del PIB al 15 (la mayor caída de toda Europa), mientras que la recuperación en 2021 quedaría limitada a un crecimiento del 6% del PIB. Este escenario base dibujado por el Deutsche Bank quedan lejos de las previsiones del Gobierno de España, que calcula una caída del PIB del 9,2% en el 2020 y una recuperación de casi el 7% para el 2021.
Este es un diagnostico de la situación que se podía intuir hace semanas. Desde el punto de vista microeconómico, ese que afecta a los seres humanos en su día a día, se sabe que se avecinan tiempos difíciles, muy difíciles, en donde tan importante como el acierto, es el evitar errores en una situación de crisis diferente a las vividas. "Dicho con el conocimiento y la experiencia que la organización de asesores y consejeros de empresas y organizaciones de grupo tempo y ya con varias crisis vividas en los últimos años. ¿Y cuales son los errores que las empresas no deberían cometer en esta etapa de nueva normalidad, que de normal no tiene absolutamente nada?", señala Casero.
El primer error, es no aceptar el impacto de la crisis. Los vasos comunicantes de cualquier economía global, acabara provocando la ramificación del impacto. Con lo cual es el momento de pensar con calma, con estrategia a corto y medio plazo, quien es la empresa, que se hace, que se debe, en su caso, hacer, cuando y como.
No ser previsores es el segundo error. Se ha vivido momentos de paralización total, y ahora es el momento de seguir de cerca la evolución del mercado y de las potenciales ventas de ahí que la previsión de diferentes escenarios de tesorería permite evitar jugar a una carta.
Ser capaz en su caso de “reinventar” el presente para tener futuro será esencial ahora que las necesidades del mercado han sufrido un cambio tan drástico y en donde los importante y con valor antes, ahora puede carecer de sentido.
El tercer error es no atender la comunicación de forma prioritaria y profesional. Tanto el silencio como una excesiva emisión de información o de promoción son negativos. Oportunismo o desaparición son dos elementos a evitar, de ahí que la administración de los mensajes tanto internos como externos al entorno resultan clave en una reactivación y puesta en valor de la organización. Hablar lo hace cualquiera, comunicar, no.
Obviar el factor humano es el cuarto error. En un momento en el que las plantillas de profesionales de la organización han podido sufrir recortes, es también el momento de reorganizar el capital humano a los efectos de la toma de decisiones. Ver que se hacia, quien y el nivel de delegación debe ser reexaminando y en su caso centralizado de forma operativa.
El quinto error es no hacer estrategia operativa y económica. Es decir no dirigir la empresa. Porque lo que se debe hacer es diseñar diferentes categorías de acciones, replanteándose los objetivos que tenían en enero de este año, para intentar minimizar las posibles consecuencias negativas de la situación que se avecina. Y no solo desde la puesta en valor de lo que hace la empresa sino también desde la perspectiva económica de presupuesto, endeudamiento y en su caso refinanciación.
Ligado con este tema, el sexto error es ser fieles al plan de proyectos e inversiones en curso de la empresa. Todo ha cambiado, se debe aceptar una realidad y el impacto de la crisis. Archivar planes, que no olvidar, aquellos que no van a mejorar facturación en el corto plazo e igualmente plantear inversiones no previstas y que pueden se claves para el futuro de la empresa.
Y en esta línea, el séptimo error. Aprender una nueva forma de trabajar de forma planificada y rentable. Quien haya trabajado en casa en estos momentos, no ha hecho teletrabajo, puesto que la gran mayoría lo ha hecho de forma obligada, forzada, sin medios ni herramientas.´
Obviar la tecnología en un mundo tecnológico y en donde se debe aprender a trabajar fuera de los espacios habituales puede ser un error fundamental. "Con gran satisfacción recuerdo los planes de teletrabajo desarrollados en el año 2019, desde la previsión y la planificación", señala Casero. Focalizándolos hacia la rentabilidad de la empresa y el bienestar del trabajador, y que permita una normalidad de trabajo on line y atender emergencias como las vividas.
El octavo factor a evitar es no mirar los cambios que ha sufrido el mercado como consecuencia de la crisis. ¿Qué se vendía.?. Hoy en día, ¿se puede saber si cubre una necesidad por la que los consumidores vaya a pagar… hoy?. ¿ Y la competencia?. Una visión y acción ágil frente a los cambios del mercado permite planificar y poner en marcha estrategias que permitan reiniciar el negocio o reconducirlos a nuevas necesidades.
Se esta viviendo una crisis diferente que nadie podía prever. No es una cuestión de mercados sino de un virus que ha puesto en una posición de defensa al bien más preciado, la salud. De ahí que (el noveno error) no se debe tomar decisiones de forma precipitada y ello implica también no saber afrontar desde el punto de vista de inteligencia emocional una situación tan compleja. No se trata de tener animo y esperanza, sino de tenerlas con un objetivo claro, y la puesta en marcha hacia el mismo.
Y para finalizar este decálogo, evitar un error tan básico como no tener en cuenta que la crisis pasará. Y que saliendo de la misma la empresa, se debería pensar, más pronto que tarde, como afrontarla desde el punto de vista de su sector, de la búsqueda de nuevos mercados nacionales o internacionales ( ¿porque no?). Es importante planificar a corto ( supervivencia) pero también a medio plazo ( consolidación).
"Un decalogo de crisis que nadie podia preveer ni desear", señala Casero, pero que se debe abordar de forma operativa en los próximos meses y años.