Cuando hay una conferencia, una presentación, una cena, una feria o cualquier otro evento corporativo hay algo que los invitados siempre se llevan a su casa: una carpeta corporativa. Las carpetas corporativas son necesarias para guardar dossieres, catálogos, documentos, etc. Pero además son muy útiles además para mostrar la imagen de marca de la empresa, al ser un elemento que está hecho para su reutilización, por lo que probablemente el usuario se acuerde de la empresa después de ese evento
Las carpetas corporativas son uno de los productos que más vende Imprenta Madrid, ya que muchas empresas confían en sus acabados impecables, que se adaptan a todos los gustos y las necesidades de cada empresa. Estos son los tres ingredientes para crear una buena carpeta corporativa perfecta. Es importante que una empresa sepa la importancia del uso de las carpetas corporativas. Un estudio de la Universidad de Cantabria, “Estudio de los determinantes de la imagen corporativa”, que estudia los factores que influencian la imagen corporativa de una empresa, ha demostrado que una imagen corporativa bien definida otorga una gran influencia positiva en los usuarios y hace que estos tengan una mayor valoración global.
Además de la eficacia demostrada que tienen las carpetas corporativas en dar una buena imagen a los usuarios, también hay que mencionar lo imprescindibles que son para guardar presupuestos, fotos, porfolios, planos de arquitectura y muchas otras cosas. Dejar que un cliente se vaya con todo ese papeleo debajo del brazo no es una buena idea. Además de ser muy útil, como antes se ha mencionado, ofrecer carpetas corporativas transmite una imagen muy profesional, ayuda a crear y dar a conocer la imagen corporativa y contribuye al marketing hasta después de mucho tiempo. Las carpetas corporativas casi siempre se reciclan para otros usos y entonces pueden convertirse en un soporte publicitario de larga duración, como es el caso de los calendarios.
El primer requisito que debe cumplir una buena carpeta corporativa es, obviamente, tener el logotipo de la empresa. Pero también es recomendable incluir un texto y/o una imagen de lo que hace la empresa. Otros elementos informativos que es bueno incluir son distintos modos de contacto (email, teléfono, página web, dirección física, etc). Hay tres tipos de carpetas corporativas: el díptico, las carpetas troqueladas y las carpetas-sobre. El díptico es la carpeta que tiene dos hojas dobladas y sirve para presentar un proyecto. Es la opción más barata, ya que es rápida y requiere poco material. Las carpetas troqueladas tienen solapa y están hechas para contener hojas. Son útiles y prácticas, ya que el papel no se deslizará. La carpeta-sobre es aquella que se cierra por completo como si fuera un sobre.