La abogada Beatriz Gil fundadora de la firma independiente GIL TEIXIDÓ ABOGADOS ha realizado esta semana la primera vista en las dependencias de la Ciudad de la Justicia de Barcelona totalmente telemática
GIL TEIXIDÓ ABOGADOS explica que todo estaba previsto el pasado sábado en el juzgado de guardia para que la vista que debía celebrarse para resolver una orden de protección de una víctima de violencia de género se realizara con la presencia física de todos los implicados en las dependencias judiciales. Sin embargo, Beatriz Gil, la abogada decidió por una vez, defenderse también a ella misma y su derecho a la salud, invocando el art. 35 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y el art. 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, exigiendo la implantación de los medios telemáticos y no aceptando un no por respuesta. Finalmente su perseverancia dio su fruto y gracias al amparo del Colegio de Abogados de Barcelona y a la colaboración del Juzgado en funciones de guardia (Juzgado de Instrucción nº 5 de Hospitalet del Llobregat) fue posible celebrar una vista conectando la sala judicial con otros tres puntos; la comisaría donde se encontraba el detenido, y los despachos de las abogadas de la defensa y acusación.
La experiencia demuestra que si que es posible modernizar la justicia y que para ello además de dotarla de los medios suficientes es también necesario superar la barrera psicológica de una justicia anclada en el siglo XIX.
“Si no queremos asistir a una “crisis de la justicia” sin precedentes y sólo equiparable a la “crisis sanitaria” que se está viviendo – afirma la abogada- es necesario revolucionar la justicia desde dentro y traerla al Siglo XXI” y recuerda que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha avalado la utilización de los sistemas de videoconferencia también en los procesos penales alegando firmemente que utilizarlos evitaría continuas suspensiones en los procesos y permitiría a los profesionales de la abogacía trabajar con mayor rendimiento desde sus despachos no teniendo que perder horas en los juzgados si estos simplemente envían un link que diga “unirse a la reunión”, algo plenamente habitual en el sector privado y a lo que el sector público debe perderle el miedo.
