La aerotermia es una tecnología que gana terreno en el sector energético por sus múltiples beneficios respecto a las opciones tradicionales. Comparada con sistemas de calefacción tradicionales como el gas natural, gasoil, propano, biomasa o el calentamiento mediante calderas eléctricas, la aerotermia es, de media, un 400% más eficiente. Así lo aseguran desde Enerpop Energy
El respeto al medioambiente, la combinación de refrigeración y calefacción o un mayor ahorro económico y de gasto de energía son algunas de las razones por las que cada vez más usuarios apuestan por la instalación de aerotermia, un sistema que se estima que incrementa un 400% el rendimiento de las alternativas de calefacción, tales como calderas de gas, gasoil o biomasa.
Pero, ¿qué es la aerotermia?
La aerotermia es un tipo de bomba de calor, que funciona obteniendo la energía en forma de calor del aire exterior (de ahí “aero” - “termia”) para introducirla en el interior de un inmueble a través del sistema de radiadores o suelo radiante previsto (si se trata de obra nueva) o existente (en caso de reformas).
Su mecanismo consiste en un ciclo frigorífico, como sucede con las neveras, salvo que, en este caso, puede generar tanto frío como calor; esto es así porque cuando se encuentra en calefacción, el medio exterior (en este caso del aire) se encarga de subir la temperatura en la etapa fría de este ciclo, la evaporación, mientras que en refrigeración, se invierte el ciclo y el medio exterior hace descender la temperatura en la etapa de compresión, que es conocida como foco caliente.
Con los sistemas de aerotermia que combinan refrigeración, calefacción y ACS está demostrado que se incrementa entre un 350% y un 450% el rendimiento de sistemas de calefacción tradicionales, por lo que se ha convertido en una alternativa realmente beneficiosa para quienes recurren a ella para acondicionar a su gusto sus instalaciones.
Por otro lado, los sistemas de aerotermia mantienen sinergias con las instalaciones de paneles solares, ya que aumentan en gran medida el aprovechamiento de la energía captada cuando de otro modo podría desaprovecharse. Este es un factor importante que hace que la aerotermia esté aprovechando el gran tirón que está experimentando recientemente el autoconsumo fotovoltaico.
Un sistema cada vez más extendido en las viviendas
En 2019 se experimentó un fuerte incremento de contactos para la instalación de sistemas de aerotermia, un modelo que, según aseguran desde Enerpop, será el predominante en los próximos años en cuanto a nuevas contrataciones y renovaciones de calefacción y ACS.
Por lo tanto, se considera la aerotermia como el medio del futuro para abastecer de climatización a las viviendas y locales de todo el país, gracias a sus grandes beneficios en cuanto a rentabilidad, respeto por el medio ambiente, facilidad de instalación, preparación para la transición energética y sinergia con otras fuentes renovables como la solar fotovoltaica o solar térmica.
Ventajas de recurrir a instalaciones aerotérmicas
Son muy numerosos los beneficios de apostar por este tipo de sistemas tanto para frío como para calor, entre los cuales destacan los siguientes:
Mayor rentabilidad: debido a su elevada eficiencia y a su coste contenido en comparación con otros sistemas de calefacción como la geotermia, se considera una de las opciones más atractivas para cualquier usuario, ya que tiene un rendimiento cuatro veces mayor que cualquier caldera de combustión (gas, gasoil o biomasa) o caldera eléctrica. No obstante, cabe mencionar que, a pesar de la gran diferencia de eficiencia, el mayor precio de la electricidad frente al combustibles como el gas natural hace que los ahorros finales se sitúen entre el 55% y el 75%, dependiendo de con qué tecnología se compare. De esta forma, a pesar de tratarse de una inversión superior a la mayoría de sus alternativas, el desembolso realizado para este sistema se compensa en pocos años. Cabe destacar que, en la mayoría de las ocasiones, es más seguro y rentable invertir en sistemas de energía renovable (como aerotermia y fotovoltaica) que invertir en renta variable, depósitos bancarios, fondos de inversión o deuda soberana.
Sostenibilidad: se estima que, en comparación con otras alternativas de calefacción, como las basadas en gas natural, propano, gasóleo o resistencias eléctricas, se reduce entre un 55% y un 80% las emisiones de CO2 escogiendo las instalaciones aerotérmicas.
Confort: un sistema de este tipo, que mantiene una temperatura estable durante toda la jornada y distribuye la temperatura deseada de forma homogénea, supone un plus para la comodidad de las personas que disfrutan de él. A diferencia de los sistemas por combustión, la aerotermia suele mantenerse encendida la totalidad del día, calentando a muy baja temperatura y de forma constante. De esta forma se asegura un calentamiento
Refrigeración además de calefacción: otra de las grandes bazas de la aerotermia es que, además de calefacción, puede refrigerar los espacios a través del circuito de radiadores o suelo radiante, gracias a la posibilidad de invertir el modo de funcionamiento.
Sinergias con instalaciones fotovoltaicas: en relación al punto anterior y dado que las instalaciones fotovoltaicas están experimentando últimamente una fuerte demanda, las instalaciones de aerotermia ayudan a aprovechar la producción de los paneles solares, sobre todo en verano, cuando hay mayor irradiación solar disponible y ésta puede aprovecharse para refrigerar la vivienda de forma “gratuita”.
Preparadas para el futuro de la transición energética: Europa y otras naciones están apostando fuertemente por un modelo energético que elimine los combustibles fósiles y supla la energía para los consumos en calefacción, transporte y electricidad de la sociedad a través de energías renovables (eólica, fotovoltaica, solar térmica, etc.). Para esto es necesario, entre otros, electrificar la calefacción de las viviendas, lo cual se consigue mediante el empleo de instalaciones de aerotermia.
Mejor calificación energética: ganar algunas posiciones en la escala energética redunda en diversos beneficios adicionales, como una revalorización de la vivienda en caso de querer venderla o arrendarla.
Rapidez de instalación y adaptación a instalaciones anteriores: las instalaciones no suelen durar más de tres días y se aprovechan los sistemas existentes, como conducciones, suelos radiantes o radiadores.
Independencia energética: este tipo de instalaciones ayuda a los usuarios y a los países a ser independientes de fuentes de energía exteriores como el gas natural y el petróleo y derivados, sobre todo cuando se combina con fuentes renovables como la energía fotovoltaica, lo cual redunda en una menor sensibilidad hacia las fluctuaciones de precio y un aumento del PIB.
¿Existen desventajas?
Como cualquier tecnología, la aerotermia puede presentar algunos inconvenientes según qué situación, a saber:
Precio superior: independientemente de que termine por rentabilizarse en poco tiempo, el coste inicial de una instalación de aerotermia es superior al de una caldera de condensación o similar.
Menos apta para clima extremo: en zonas donde la temperatura se sitúa constantemente por debajo de los cero grados, la aerotermia reduce su eficiencia y podría ser una alternativa menos atractiva. La parte positiva es que esto solo ocurre en localizaciones que se sitúan por encima de los 1000m - 1500m de altitud.
Precio de la electricidad: podría pensarse que, debido al incremento medio de un 400% en la eficiencia del sistema de calefacción, el ahorro de la factura sería del 80%. Sin embargo, el mayor precio de la electricidad en comparación con combustibles como gas natural, gasóleo, propano y biomasa, hace que los ahorros finales se sitúen entre el 55% y el 75%. Aun así, puede apreciarse cómo los ahorros obtenidos resultan notables.
Ruido: si bien son cada vez más silenciosas, las máquinas de aerotermia son susceptibles generar un cierto ruido, al igual que un aire acondicionado. De este modo, es un factor a tener en cuenta, aunque en la mayoría de los casos no constituye un problema.
Potencia: las instalaciones de aerotermia tienen una capacidad limitada en comparación con tecnologías de combustión. Mientras que una caldera de gas natural puede disponer de 15-20kW térmicos, su instalación de aerotermia equivalente tendría únicamente 8-12kW, dado que el funcionamiento de la aerotermia se basa en un funcionamiento sostenido a lo largo de todo el día y no de forma puntual. De esta manera, si se quiere aumentar la temperatura drásticamente en un momento puntual, la instalación de aerotermia tardará más tiempo en conseguirlo que una instalación con caldera de combustión.
Espacio necesario: como consecuencia del punto anterior, las instalaciones de aerotermia no son capaces, por norma general, de realizar el calentamiento del ACS (agua caliente sanitaria) para una ducha en modo directo, sino que requieren ir almacenándola durante un tiempo en un depósito para que sea éste el encargado de suministrar el agua caliente en los momentos en los que se necesita. De este modo, las instalaciones de aerotermia, aparte de la máquina exterior, requieren un espacio interior de uno a dos metros cuadrados, lo cual puede suponer un problema en pisos o viviendas con poco espacio disponible.
Conclusión
Como puede comprobarse, las ventajas de las instalaciones de aerotermia generalmente superan los posibles inconvenientes. Es por este motivo que cada vez más personas recurren a instalaciones aerotérmicas a través de empresas como Enerpop, un referente en el sector con amplia experiencia en estos trabajos.
Por su compromiso con la honestidad y el medio ambiente, la rapidez y profesionalidad en su labor, han mantenido su prestigio como líderes en instalaciones de aerotermia en los últimos años.