El desarrollo sin precedentes de la digitalización de todos los medios es algo que ocurre sin darnos cuenta, pero que tiene un gran impacto en nuestra forma de vivir. En solo 20 años hemos pasado de coleccionar objetos materiales, tangibles a llenar discos duros y pagar almacenamientos “en la nube”. Este lugar intangible que vive en internet, es la nueva forma de coleccionismo y consumo.
Es el momento en el que han aparecido los NFT. Este concepto que cada día podemos verlo mencionado en las noticias o en las redes sociales, es la forma en la que se denomina a algo único. Non Fungible Token es un elemento único no tangible, se almacena en internet y quien lo compra es su único dueño, a pesar de que este sea compartido o reproducido. Aunque un NFT puede ser cualquier cosa, principalmente se ha abierto camino a través de las obras de arte: ilustraciones, cuadros, esculturas 3D digitales… Un universo creativo enteramente alojado y creado en internet.
Esta nueva forma de arte, es posible gracias a las famosas criptomonedas, valores monetarios que tampoco son tangibles y de rápido crecimiento económico. Para entender de forma sencilla cómo funciona una criptomoneda, tenemos que entenderlo como dinero no regulado por los sistemas tradicionales (bancos, instituciones financieras…) y que su valor depende casi completamente de la oferta y la demanda de los usuarios.
Son muchos los artistas que han comenzado a vender sus obras a través de la metodología de los NFT. Algunos se asocian a páginas especializadas y otros entran a formar parte de galerías de arte digitales, cuyo funcionamiento es muy similar a las tradicionales. Pero el mayor reto que trae consigo este cambio de apreciación del arte, es la idea de los propios artistas, sobre todo los que llevan más años trabajando en ello: al no ser tangible pierde parte del valor. Esta confrontación entre el arte que se puede comprar y tocar, con el que solo se puede ver a través de dispositivos electrónicos, está cambiando y aún tiene un largo camino por recorrer. Son las nuevas generaciones, principalmente nativos digitales o personas que están muy familiarizadas con el entorno digital, las que menos tardan en adaptar y apreciar estas nuevas formas de arte.
Cada 21 de septiembre se celebra el día del artista plástico, un día planificado para poner en valor a todas las personas que se dedican profesionalmente a desarrollar obras creativas a partir de los diferentes medios que les rodean. Con la llegada masiva y mucho más accesible de materiales para el arte digital, son muchos los jóvenes artistas que se han lanzado a esta nueva forma de trabajo.
El arte no terminará siendo únicamente digital, pero los artistas están construyendo una realidad en la que lo tangible y lo intangible se mezclan, creando nuevas posibilidades para los artistas plásticos, ya que la tecnología es un nuevo medio de trabajo. Es el momento de aprender a valorar cada pieza creada, como se ha hecho hasta ahora y por tanto darle el valor que merece, sea con una técnica tradicional o moderna como los NFT.
