El 53.3% de los autónomos manifiestan no haber tenido dificultad para dicha adaptación

La falta de control sobre el trabajo (74.6%) y el escaso liderazgo sobre los equipos (59.7%) son los principales motivos para no llevar a cabo el teletrabajo.

Según el I Barómetro sobre “Análisis del Teletrabajo en Microempresas y Autónomos con motivo del COVID-19” realizado por La Neurona, durante el mes de mayo, junto con el apoyo de Vodafone Business y la colaboración de ATA y UPTA, entre 20.000 empresas, analizando una muestra representativa de ellas. Y pone de manifiesto las carencias y barreras que los autónomos y pequeños empresarios han tenido tras adoptar el teletrabajo, con motivo de la declaración del Estado de Alarma por el COVID-19.

El estudio ha constatado que el teletrabajo ha sido la vía para dar continuidad al negocio, en el caso del 69.1% de los encuestados, frente a un 24.8% que manifestaron no hacerlo y un 6.1% que todavía necesitaban adaptar su negocio o actividad para poder llevarlo a cabo. Entre los que no utilizan el teletrabajo (24,8%), el 90.1%, no pueden llevarlo a cabo porque su propia actividad limita la adaptación.

La experiencia que se ha vivido durante el confinamiento ha hecho que un porcentaje muy elevado de las microempresas adopten esta práctica, (53.3%) por la buena acogida que ha tenido entre sus empleados y por los buenos resultados a nivel productividad que ha tenido.

Una práctica que, hoy en día, solo estaba implantada en grandes corporaciones y en multinacionales, pero ha calado en las microempresas ante el COVID- 19 y tras observar los resultados obtenidos, parece que se mantendrá en sus estructuras laborales al menos un día a la semana.

Principales dificultades: poca preparación y escasa implantación

La crisis sanitaria, provocada por el COVID-19, ha precipitado el uso e implantación del teletrabajo, poniendo de manifiesto la falta de preparación, a pesar de que un 40% de los encuestados, afirmaron estarlo, un 29.4% manifestaron que solo se encontraban capacitados para teletrabajar en algunas áreas o apartados, y un 12.5% de los encuestados consideraron que no lo estaban. Además, otro de los datos que se desprende es la falta de cultura empresarial cuando hablamos de trabajo en remoto. Solo el 40.7% de las empresas destinaban al menos un día a la semana al teletrabajo, sin embargo, de forma mayoritaria, 54.8%, manifestaron que no lo hacían.

La tecnología como aliado imprescindible

El teletrabajo se ha presentado como una alternativa ante el parón económico y de actividad. A pesar de que el 62.5% de las empresas encuestadas reconoce que la tecnología es fundamental en el desarrollo del negocio, este Barómetro ha constado que antes del COVID-19, la falta de inversión en tecnología era elevada, puesto que un 53% de los encuestados, afirmó no haber realizado ningún tipo de inversión.

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Entre las inversiones tecnológicas realizadas por el 47% restante, el 74.1% fue en dispositivos, un 45% en líneas telefónicas, un 30.3% en todo lo relativo a la seguridad de sus comunicaciones, un 50.6% en servicios en la nube y un 11,6% en otro tipo de inversiones, destacando las relativas al software, licencias, servicios de VPN y plataformas de videoconferencia.

El uso del teléfono como forma de contacto con clientes y proveedores no ha variado en términos generales, antes y después de esta situación. Pero, donde si hay grandes cambios es en la utilización de la videollamada, creciendo su uso ostensiblemente.

Adaptarse tiene un coste

El teletrabajo ha conllevado un gasto necesario en todas las empresas, las mayores inversiones han sido en dispositivos, (60.8%), el 52.1% en comunicaciones, el 27.5% en formación de equipos y, por último, un 21% en seguridad.

Respecto a la dificultad encontrada para adaptar el puesto de trabajo al teletrabajo, el 53.3% manifiestan no haber tenido dificultad para dicha adaptación, frente al 29.2% que, aunque han encontrado dificultades, han conseguido subsanarlas.

Entre los problemas encontrados para considerar el teletrabajo negativo están la falta de formación y conocimiento, para el 39.3%; la falta de cultura de teletrabajo, lo que dificulta el mismo, para el 38.7%; la falta de tecnología necesaria para el 15% y la falta de liderazgo sobre los equipos de trabajo, para el 7% de las empresas.

El teletrabajo ha venido para quedarse

Una vez que logremos superar la situación provocada por el Covid-19, el 56.5% de los encuestados manifiestan que seguirá realizando teletrabajo, al menos un día a la semana. Este dato refleja que en la nueva normalidad postCOVID-19, el cambio será un hecho. El 28.9% manifiesta que se lo planteará como posibilidad. Tan solo un 14.6% manifiesta que no es una opción que llevará a cabo.

“Iniciarse en el teletrabajo e invertir en infraestructuras tecnológicas y humanas son aspectos que considerar por las microempresas y los autónomos, a partir de ahora, y en los que deberán reparar para adaptarse al nuevo entorno”, explica Miguel Ángel Robles, CEO de La Neurona.

“Estos resultados confirman lo que en Vodafone Business venimos manteniendo desde hace semanas: los pequeños negocios y los autónomos tienen una gran oportunidad en la digitalización y en el teletrabajo para sortear con éxito las barreras de la crisis actual. Nuestro foco está en ayudarles en ese camino transformador brindándoles las soluciones oportunas y convirtiéndonos en su partner digital”, ha indicado María Babé, directora del segmento de autónomos y pequeñas empresas de Vodafone Business.

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