La Consejería de Empleo, Investigación y Universidades, a través de la Dirección General de Diálogo Social y Bienestar Laboral, y en coordinación con la Consejería de Salud, ha elaborado una guía con el fin de facilitar a las empresas de la Región orientaciones y recomendaciones sobre las medidas para prevenir y evitar la posibilidad de contagio por Covid-19. Dicha guía se encuentra disponible en la web del Instituto de Seguridad y Salud Laboral (ISSL), y  ha sido remitida a agentes económicos y sociales, así como a servicios de prevención de riesgos laborales.

El documento recopila las principales iniciativas de prevención y protección a aplicar en las empresas: las dirigidas a evitar o limitar la presencia de trabajadores en el centro de trabajo, las medidas de distanciamiento social, las medidas de higiene, las de desinfección y limpieza de los lugares de trabajo, las de formación e información a trabajadores, y las relacionadas con mascarillas y equipos de protección individual.

De forma más concreta, esas medidas se traducen en acciones como el aumento de la ventilación de todas las áreas de trabajo, la necesidad de equipar los aseos con los medios adecuados, la importancia de comunicar de forma inmediata cualquier sintomatología que pueda estar relacionada con la infección, o la reducción de las salidas de trabajadores de la empresa a otros lugares y centros de trabajo.

Previamente, la guía determina que la empresa debe realizar un plan de contingencia, es decir, de actuaciones, que esté adaptado a las características de cada centro de trabajo y dirigido a la prevención y a la respuesta ante la eventual aparición de casos o contactos estrechos de Covid-19. Todos los trabajadores deben conocer el contenido del plan.

La directora general de Diálogo Social y Bienestar Laboral, Purificación Cuadrupani, destacó que “el objetivo que buscamos con esta guía es que las empresas que todavía no han reanudado su actividad prevean la incorporación de sus trabajadores, y determinen todos los pasos específicos a dar para que ese regreso se produzca en condiciones de máxima seguridad”.

Identificar posibles riesgos en los centros de trabajo

La primera de las cinco fases del plan contingencia parte de la recopilación de información detallada sobre aspectos como las zonas de trabajo, los puestos, el modo de desplazamiento de los trabajadores o si existe trato presencial con clientes. La segunda fase es la de identificación del nivel de exposición al riesgo asociado a las diferentes tareas que se desarrollan en el centro de trabajo, en función de los posibles escenarios de exposición.

A continuación, se deben elaborar protocolos de actuación en función de las instrucciones de las autoridades sanitarias, en situaciones potenciales como que un trabajador experimente síntomas en su domicilio compatibles con la enfermedad, que los presente durante la jornada laboral o que se detecte un caso de contacto estrecho con un caso posible, probable o confirmado en la empresa. En base a los resultados de las fases anteriores, se establecerán las medidas de prevención y protección aplicables frente al riesgo de contagio.

Comunicación con los trabajadores

Finalmente, el plan incide en que la empresa debe crear sistemas de comunicación permanente con los trabajadores mediante medios electrónicos para informarles de incidencias y cambios en la prevención, de modo que haya máxima colaboración para la adopción de las medidas preventivas y el seguimiento de las recomendaciones incluidas en el plan.

Las recomendaciones incluidas en el documento del ISSL están en continua actualización para adaptarse a la evolución y a la nueva información que se disponga de la infección por Covid-19. Además, el documento recoge enlaces con la información más relevante que los ministerios de Sanidad e Industria tienen a disposición de los profesionales, así como los principales documentos técnicos publicados por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.