Desde el curso 2016/2017 el programa de Acción contra el Hambre FP Emprendimiento Social ha formado tanto al alumnado de FP básica, media y superior como a sus profesores en materia de emprendimiento social
El profesorado de Formación Profesional debe desarrollar las competencias emprendedoras del alumnado, aunque, a veces, no tienen las herramientas y recursos para que las trabajen en el aula.
“La Formación Profesional (FP) ha sido durante mucho tiempo considerada como el hermano pequeño de la educación. Decir que estudiabas un grado de FP era como si no valieses para hacer una carrera”, explica Aurora Carrasco, coordinadora de los programas de emprendimiento social en FP de Acción contra el Hambre. Pero nada más lejos de la realidad. Los que estudiaron esta educación son los que más tienden a emprender y pueden llegar a tener mejores oportunidades de inserción laboral.
La formación profesional está demostrando ser una palanca para la empleabilidad de los jóvenes, siendo actualmente uno de los modelos de formación reglada que presentan importantes oportunidades laborales para los jóvenes. De hecho, el ratio de absorción en el mercado laboral corrobora esta hipótesis. En el año 2018 la contratación de personas que han cursado estudios de Formación Profesional fue la que más aumentó de todos los niveles formativos (un 14,18% frente al 6,63% de la educación superior) según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Y estas cifras son posibles gracias a la labor del profesorado de Formación Profesional, que es un agente clave para el cambio y la mejora dentro de las aulas. “Los docentes fomentan la empleabilidad de su alumnado y persiguen que sus alumnas y alumnos alcancen el desarrollo máximo de las capacidades personales, intelectuales, sociales y emocionales de cada individuo”, expresa Carrasco. Y es que fomentar las competencias emprendedoras es posible solo a través de profesores emprendedores.
EMPRENDIMIENTO PARA EL PROFESORADO
Desde el curso 2016/2017 el programa de Acción contra el Hambre FP Emprendimiento Social ha formado tanto al alumnado de FP básica, media y superior, un total de 947, como a los 284 profesores de estos centros en materia de emprendimiento en los colegios de Navarra, Madrid, Cáceres y Toledo. También se han impartido cursos online para docentes que viven en latinoamérica y en otras partes de España.
Los casi 1000 jóvenes que han disfrutado de este itinerario formativo han participado en estas nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje en el aula, que les han permitido aprender practicando, tal y como haría toda persona que ponga en marcha una empresa. “Desde el principio del curso, se plantea al alumnado el reto de pensar qué problemas sociales tienen a su alrededor y cómo podrían revertirlos a través del emprendimiento”, detalla Carrasco. Su única premisa es que sea un proyecto social y viable y que lo desarrollen en grupos.
No solo es una asignatura obligatoria para los alumnos y alumnas sino también para el profesorado. “Los docentes de FP han de desarrollar las competencias emprendedoras del alumnado aunque, a veces, no tienen las herramientas y recursos necesarios para trabajarlas en el aula. Necesitan formarse en nuevas estrategias y metodologías innovadoras que fomenten en los estudiantes su espíritu emprendedor, como por ejemplo, el elevator pitch y el design thinking”, manifiesta Carrasco. Todas estas metodologías que, con el programa de Acción contra el hambre, el profesorado aprende a través de una formación vivencial en las aulas, “aprenden enseñando”, aplicando las nuevas metodologías y herramientas de manera coordinada con el formador de Acción contra el Hambre, que les guía y apoya según su necesidad.
IMPACTO POSITIVO EN LA EDUCACIÓN
“Tanto para el alumnado como para el profesorado ha sido un proyecto muy positivo”, dice Ana Isabel Herrera, directora del centro Escuela de Educadores - Hezitzaile Eskola (Pamplona). “De hecho, en el caso de las alumnas -algunas nunca se habían visto como posibles emprendedoras- han cambiado el chip y han decidido crear su propio negocio", añade Herrera.
El profesorado participante del programa explica que “en contra de la visión que se tiene en muchas ocasiones, el profesorado actual está innovando de manera continua, formándose en nuevas herramientas tecnológicas, estrategias y metodologías innovadoras para mejorar su práctica docente”. También participa en proyectos e iniciativas nacionales y europeas, desarrolla alianzas con administración, empresas y entidades sociales y colabora en redes y comunidades de aprendizaje para compartir y aprender de las buenas prácticas de otros.
DATOS DE EMPLEO JUVENIL
Los últimos datos muestran una disminución de los parados con estudios de FP con respecto al año anterior del 18,28%, frente al aumento de desempleados en un 1,23% de la educación superior.
Los contratos suscritos con jóvenes que poseían estudios de formación profesional de grado medio o superior representan el 15,51 % sobre el total, frente al 9,95 % de los contratos que fueron suscritos por jóvenes con una titulación universitaria, dándose una disminución del volumen de contratos con relación al año anterior en los universitarios. (Fuente 2019 – Informe del Mercado de Trabajo los Jóvenes. Estatal. Datos 2018).