Estudio del impacto del uso de la tierra y el clima en los microorganismos del suelo en Europa

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Estudio del impacto del uso de la tierra y el clima en los microorganismos del suelo en Europa

Investigadores estudian cómo el tipo de uso de suelo y el clima afectan a la abundancia de microorganismos en suelos de toda Europa. El estudio continental ha sido liderado por el CEBAS-CSIC y revela la influencia del uso del suelo y el clima en la vida microbiana

Actualmente, el suelo está en el foco de la sostenibilidad por ser el sustrato universal de la agricultura y un gran actor en la lucha contra el cambio climático. El suelo nos proporciona diferentes beneficios como la provisión de alimento, eliminación de contaminantes o filtración de agua entre otros, esto depende de la acción de una ingente cantidad y diversidad de bacterias y hongos. Por tanto, un suelo “sano” debe tener una cantidad adecuada de bacterias y hongos, lo que se conoce como biomasa microbiana. Los niveles de biomasa microbiana en un determinado suelo van a depender de si este es usado para fines agrícolas o es el que se encuentra en bosques o praderas.

Además, la biomasa de un determinado suelo va a depender del clima predominante en la región donde se encuentre, así como de otros factores ambientales. Los climas áridos, caracterizados por presentar altas temperaturas y escasas precipitaciones, no favorecen la acumulación de biomasa microbiana en el suelo, al contrario que los climas templados, y en especial, los fríos.

Un reciente estudio liderado por el CEBAS-CSIC y publicado en la revista Geoderma busca conocer cómo el uso de suelo y el clima interactúan para regular los niveles de biomasa microbiana a nivel continental.

Investigadores del Departamento de Conservación de Suelos y Agua y Manejo de Residuos Orgánicos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, situado en Murcia y perteneciente al CSIC, en colaboración con científicos de otros centros españoles (IRNAS, Sevilla) e internacionales (Alemania, Suiza e Italia) y la iniciativa LUCAS (proyecto financiado por la Comisión Europea que ha recogido y caracterizado suelos de toda Europa) han cuantificado la biomasa de bacterias y hongos en 513 suelos de 24 países europeos mediante la determinación del contenido en ácidos grasos, un marcador bioquímico que indica la abundancia de microorganismos. 

Mapa representativo de los diferentes suelos de Europa analizados según su ecosistema y clima en el artículo “Land-use- and climate-mediated variations in soil bacterial and fungal biomass across Europe and their driving factors” de Geoderma.

Los suelos analizados pertenecían a tres tipos de ecosistemas distintos: agrarios, praderas y bosques, y tres climas que imperan en Europa: frío, templado y árido. José Siles, investigador Juan de la Cierva del CEBAS-CSIC y autor del estudio indica que “los resultados del estudio han demostrado que el contenido de microorganismos varía a nivel continental con el uso del suelo y de hecho los suelos agrarios tienen una biomasa intermedia entre los bosques y las praderas. 

El estudio revela que el comportamiento de bacterias y hongos, con diferentes funciones en la fertilidad y sostenibilidad del suelo, es diferente. De esta forma, los investigadores encontraron cómo los hongos son más susceptibles que las bacterias a las prácticas agrícolas que normalmente se aplican a los agroecosistemas. También destacan cómo prácticas agrarias sostenibles pueden ayudar a tamponar el efecto negativo de las condiciones climáticas desfavorables sobre la biomasa bacteriana

Conocer las tendencias continentales y los patrones que controlan la vida microbiana en el suelo es fundamental para el diseño de políticas efectivas que preserven la funcionalidad de este recurso natural no renovable, indica Felipe Bastida también autor de la investigación

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