Savia pide priorizar al sector de extensivo en el reparto de fondos extraordinarios

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Savia pide priorizar al sector de extensivo en el reparto de fondos extraordinarios

La Fundación Savia considera que la Ganadería Extensiva, por sus innumerables beneficios, “posee la Resiliencia que pide la Comisión Europea para recibir Ayudas procedentes de la Reserva de Crisis”. Así lo ha manifestado en una carta dirigida al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que ha pedido que se tenga presente a la Ganadería Extensiva en el reparto de los fondos extraordinarios por ser uno de los sectores más resilientes y en consonancia con el Pacto Verde Europeo, las estrategias “De la Granja a la Mesa” y “Biodiversidad 2030”, pero, además, por ser “sector agrario más débil y vulnerable debido a una aplicación de la PAC”.

La Comisión Europea dio luz verde al uso de 500 millones de euros de la Reserva de Crisis para repartir a los sectores más vulnerables del sistema agroalimentario europeo. A España le corresponden 64,4 millones a los que se han sumado 129 millones de euros más de fondos propios, cantidad máxima permitida por Bruselas para evitar distorsiones. Por lo que, España tiene un total de Ayudas disponibles de 193,4 millones de euros.

El Ministerio de Agricultura ha pedido opinión a Organizaciones y Cooperativas del sector primario para realizar un listado de sectores más vulnerables; a las Comunidades Autónomas, a complementar estos apoyos, “su actuación es muy importante para que agricultores y ganaderos sientan confianza, ya que se trata de las Ayudas más importantes que se recuerdas fuera de la PAC, y van a constituir un instrumento esencial para que el sector agroalimentario pueda salir adelante”.

El sector agroalimentario, y dentro de él, los ganaderos de extensivo, son los más débiles y desfavorecidos, tal y como se demuestra al obtener una renta agraria un 43% inferior a la que reciben la media de los agricultores.

Savia opina que estamos ante una oportunidad “para poner en valor a las dos terceras partes de nuestros suelos, abandonados y expuestos al fuego, rescatando de forma progresiva el enorme patrimonio ganadero extensivo español”.

La sintonía actual viene aparejada de cambios y exigencias en los consumidores con respecto a las formas de trabajar, producir, consumir y vivir, “las tendencias y exigencias actuales de la sociedad en cuanto a medioambiente, bienestar de los animales y Salud Pública nos obliga a todos a mirar hacia la Ganadería Extensiva que se constituye en una Necesidad Imperiosa para el cambio que se ha de ir experimentando con vistas al futuro de este sector”, afirma en la misiva Francisco Casero, presidente de la Fundación Savia.

La entidad finaliza clamando que finalice la marginalidad política y administrativa que ha experiementado la Ganadería Extensiva. Continúan diciendo que este sector es una solución para la recuperación de suelos abandonados, para la conservación de zonas de alto valor natural, para el mantenimiento y mejora de ecosistemas, y para la protección y preservación de razas autóctonas, dentro del proceso productivo de economía circular verde “que resulta imprescindible para ayudar a la mitigación del cambio climático”. Por eso, piden que la ganadería extensiva sea priorizada en la asignación de estos fondos extraordinarios.

Carta remitida al Ministro de Agricultura

El sector de la ganadería extensiva, además de ofrecernos unos productos de la máxima calidad y garantía, es fundamental para la gestión del territorio. En nuestra opinión, la Ganadería Extensiva posee la Resiliencia que pide la Comisión Europea para recibir las Ayudas procedentes de la Reserva de Crisis.

Desde la Fundación Savia, pensamos que hay que proclamar, con toda energía, que la Ganadería Extensiva eleva a los animales de abasto a una nueva dimensión social en la que el ganado es más importante como instrumento de conservación de la naturaleza (productor de Bienes Públicos) que como productor de carne (aunque esta, además es única, diferenciada y de una excelente calidad nutritiva y organoléptica).

La semana pasada, la Comisión Europea, además de aceptar la petición de sembrar las tierras de barbecho para hacer frente a los efectos de escasez de cereales y proteaginosas debido a la invasión de Ucrania por Rusia, autorizó también el uso de 500 millones de euros de la Reserva de Crisis para repartir, como Ayudas, entre los sectores más vulnerables del sistema agroalimentario europeo.

De esos 500 millones de euros, le han correspondido a España 64,4 millones, con lo que se convierte en el segundo país comunitario que más recibe de esta Reserva de Crisis. A esta cantidad, el gobierno del estado le ha incorporado 129 millones de euros, que es la máxima cantidad que le permite Bruselas para evitar distorsiones en el mercado (un 200% más de lo recibido), lo que hace un total de Ayudas disponibles de 193,4 millones de euros.

Según hemos conocido en los medios de comunicación, su ministerio ya le ha pedido a las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs) y Cooperativas que les faciliten una lista de los sectores que consideran más vulnerables para que puedan tener preferencia en la distribución de estas Ayudas. También se lo ha pedido a las Comunidades Autónomas, a las que ha invitado a complementar estos Apoyos, porque "su actuación es muy importante para que agricultores y ganaderos sientan confianza, ya que se trata de las Ayudas más importantes que se recuerdan fuera de la PAC, y van a constituir un instrumento esencial para que el sector agroalimentario pueda salir adelante".

Dada la importancia económica que tienen estas Ayudas, y por otro lado, el claro posicionamiento que ha tomado la Comisión Europea para que se apoye a aquellos sectores más resilientes y sostenibles, haciendo especial hincapié en que, en estos críticos momentos, no va a dar marcha atrás en su política agraria actual (medioambiental), aseverando incluso que "la sostenibilidad alimentaria es parte integrante de la seguridad alimentaria", desde la Fundación Savia le pedimos, con todas nuestras fuerzas, que se tenga especialmente presente la Ganadería Extensiva, ya que, aunque se trata de uno de los sectores más resilientes que existen en el sistema agroalimentario español y, estando además en consonancia con las dos estrategias del Pacto Verde Europeo,

"De la Granja a la Mesa" y "Biodiversidad 2030", sin embargo, se da la paradoja de que es el sector agrario más débil y vulnerable debido a una mala aplicación de la PAC.

Cuando una crisis de la entidad de la actual hace acto de presencia, los más vulnerables siempre son los más débiles y, en España, actualmente, en el sector agroalimentario no hay un subsector más débil y desfavorecido que el de los ganaderos de extensivo, como se puede demostrar objetivamente al tener una Renta Agraria un 43% inferior a la que tienen de media los agricultores.

Teniendo en cuenta que España ha sido históricamente un país en el que ha predominado la ganadería extensiva, debido a sus características edafoclimáticas (abundancia de suelos pastoreables), a su extraordinaria riqueza en genética animal (gran variedad de razas autóctonas) y, sobre todo, a la enorme y ancestral cultura ganadera que atesora la población rural del 65% de nuestro territorio (al que hay que proteger de la despoblación), no nos podemos permitir el lujo de continuar mirando hacia otro lado ante la oportunidad histórica que estamos atravesando para poner en valor a las dos terceras partes de nuestros suelos (hoy abandonados y expuestos al fuego), rescatando de forma progresiva el enorme patrimonio ganadero extensivo español que durante las últimas seis décadas ha sido desplazado, arrinconado y desfavorecido por una poderosa industria cárnica que, aunque ha jugado un importante papel durante un tiempo concreto, esta crisis está demostrando que puede ser un gigante con los pies de barro.

La gran industria cárnica española está necesitada de una revisión profunda en su forma de abastecerse de ganado, de producir carnes y de comercializar sus productos transformados. Soplan nuevos vientos que traen cambios y exigencias de los consumidores con respecto a las formas de trabajar, producir, consumir y vivir (Pacto Verde Europeo). Los hábitos de excesivo consumo cárnico están siendo sometidos a una potente crítica social que va en dirección contraria a la que lleva nuestro sector cárnico. Las tendencias y exigencias actuales de la sociedad en cuanto a medioambiente, bienestar de los animales y Salud Pública (ONE HEALTH) nos obliga a todos, y muy especialmente al sector cárnico español, a mirar hacia la Ganadería Extensiva que se constituye en una Necesidad Imperiosa para el cambio que se ha de ir experimentando (desde ya) con vistas a un nuevo futuro de este sector.

Desde la Fundación Savia clamamos una vez más por la Ganadería Extensiva, que está siendo marginada política y administrativamente, que se vive de espaldas a ella en base a unas confusas y engañosas macrocifras, y que sin embargo es una SOLUCIÓN EXISTENTE (propia) que podemos reivindicar en Europa como ejemplo de recuperación de suelos abandonados (sumideros de carbono), conservación de zonas de alto valor natural (Red Natura 2000), mantenimiento y mejora de ecosistemas (Biodiversidad), y protección y preservación de razas autóctonas (Bienestar Animal), y todo ello dentro de un proceso productivo de economía circular verde que resulta imprescindible para ayudar a la mitigación del cambio climático. Por tanto, la ganadería extensiva debería ser una prioridad en la asignación de estos fondos extraordinarios. Sonrisa, 

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